En esta oportunidad, Crónicas de Barrios recorrió el conglomerado Nuestra Señora de Luján, ubicado en el Circuito Cinco de esta ciudad, entre la avenida De los Constituyentes y las calles Caroya, Cruz Roja Argentina y ruta 11. Si bien los servicios de energía eléctrica y agua potable no presentan inconvenientes, el mal estado de las calles de tierra, los altísimos pastizales y la falta de alumbrado público, sumados a la inseguridad, son la preocupación de vecinos.
Este barrio tiene más de 40 años, comentaron los habitantes. La mayoría hizo referencia a que la Municipalidad debería "ocuparse más" de los padecimientos en materia de servicios que tiene el barrio desde hace mucho tiempo.
En varios sectores las calles están destruidas, incluso existe una arteria -la Caroya- que conserva los restos de un antiguo asfalto. Enormes socavones, escombros y malezas son la constante a medida que se avanza en el barrio. La Antenor Polo está asfaltada y por esta arteria se concentra el mayor movimiento de este complejo habitacional.
Por estas problemáticas, el ánimo de los vecinos de Nuestra Señora de Luján no es el mejor y algunos aseguran que el barrio evidencia la falta de mantenimiento de sus calles, desagües y alumbrado público desde hace años.
Una vecina, Inés Ocampo, dijo a La Mañana que los problemas son diversos y aseguró que una breve recorrida por la comunidad alcanza para percibir el abandono comunal.
Basura
Además de este serio inconveniente, los vecinos del barrio Luján deben encargarse ellos mismos de cortar los enormes pastizales que se forman sobre lo que tendrían que ser veredas. Al hacerlo, acumulan grandes cantidades de basura y residuos no convencionales en las esquinas.
La falta de veredas obliga a los lugareños a caminar sobre las calles de tierra, tarea que, según informaron, se vuelve "casi imposible" en días de lluvia, cuando la tierra se convierte en un lodazal.
En muchos casos, la necesidad de limpieza y el poco cuidado en general del barrio Luján obligaron a los vecinos a realizar los trabajos de cuneteo por sus propios medios, con consecuencias muy poco favorables. Una zanja fue cavada sobre la calle Pausier al 3.000, a tan sólo una cuadra de la pavimentada Antenor Polo, lo que conlleva un serio peligro para los conductores que por allí transitan. Además, hay pastizales y falta iluminación.
Calles
Otros habitantes de este barrio manifestaron su molestia por las calles "intransitables" que rodean a la plaza central, ubicada detrás del centro de retiro Juan Pablo II. Afirmaron que el inconveniente inició por el desborde de una zanja y que "nunca nadie vino a arreglarlo"
Según indicaron, el problema es de larga data, tanto que en las calles anegadas ha crecido vegetación. "Es todo agua podrida, la zanja atraviesa de par en par el camino, justo en una de las calles de la plaza", afirmó una de las vecinas.
Reclamos por inseguridad
"En las zonas menos pobladas, hubo un tiempo en que esperaban a las abuelas jubiladas que llegaban al mediodía de cobrar y les arrebataban la cartera. La zona cercana a la Escuela Primaria y Secundaria está abandonada, está rodeada de basurales. Un padre le pidió a la directora que firmara un petitorio y él venía con una cuadrilla a desmalezar y se negó a firmar. La escuela está después de la capilla, todo rodeado de pastizales. Ahí cualquiera puede agarrar a las chicas, quizás las más grandes se van a defender pero ¿qué puede hacer un niño si le sale de golpe uno de estos depravados?", señaló una vecina.
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