El documento de la corriente que forma parte de la CGT y que lidera el sindicalista bancario Sergio Palazzo afirma que el denominado "Dialogo por la Producción y el Trabajo" es una pantomima destinada a ganar tiempo para proseguir un ajuste salvaje, exigido por los grandes grupos económicos y financieros que recae sobre los trabajadores del sector formal y de la economía popular". 

El documento afirma que con despidos no hay dialogo y que la política económica de la Alianza Cambiemos es inviable y habilita la posibilidad de un golpe de mercado. Además, asegura que el gobierno nacional planifica una escalada violenta e ilegal contra la protesta social.

"Por este camino, más temprano que tarde, estaremos en una situación de mayor destrucción del aparato productivo y una ingente acumulación de deuda que será difícil revertir. Se busca un modelo de país dependiente de los grandes conglomerados empresarios locales y transnacionales.Buscan quebrar a la Argentina para someterla", dice el documento que compartió la ex presidenta.

Lo llamativo del comunicado que compartió la ex presidenta es que, durante su gobierno, fue una de las más duras detractoras del sindicalismo, en especial desde que se enfrentó con la CGT de Hugo Moyano. Incluso Palazzo, de Bancarios -al que ahora cita CFK- fue uno de los protagonistas de los paros contra el kirchnerismo por el Impuesto a las Ganancias.

El documento de la CSF afirma que "directamente o indirectamente más de 450.000 argentinos que han perdido su trabajo desde diciembre de 2015 sufren las consecuencias", advierte que es necesario un cambio de política económica, reclama a la CGT un plan de acción urgente y llama a construir un "Frente Nacional y Popular".

"No hay opción, o cambia la política económica o la Argentina quiebra", concluye.