El Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 1,3 por ciento en enero, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El dato oficial de inflación fue menor al que relevó la oposición en el IPC Congreso y a otras estimaciones de economistas e institutos, que rondaron el 1,6 por ciento.
Según la medición oficial, los Alimentos y Bebidas -el rubro más sensible del índice- se encareció 1,6 por ciento desde diciembre. Pero algunos productos básicos bajaron de precio. El pollo se abarató 6,5 por ciento y la carne vacuna cayó 0,8 puntos.
Otros alimentos de estación, como el limón y la lechuga, se encarecieron más de 20 por ciento. Son oscilaciones típicas, asociadas a las temporadas de los vegetales.
El rubro Indumentaria mostró una caída de precios del 2,2 por ciento. Según las expectativas oficiales, será uno de los sectores más afectados por la nueva norma que obliga a discriminar los pagos al contado de los planes financiados. Los precios de la ropa deberían bajar todavía más este mes.
En el otro rubro sensible a esta medida, el del equipamiento y mantenimiento del hogar, la suba de precios fue del 0,9 por ciento.
El rubro esparcimiento se encareció 4,7 por ciento, en plena temporada de verano. El transporte y las comunicaciones avanzaron 2,3 puntos porcentuales.
La medición oficial representó una noticia más que buena para el Gobierno. El IPC del 1,3 por ciento deja al Banco Central dentro de su expectativa de inflación para todo el año. Anualizado, el dato de enero da un avance del 15,6% para todo 2017 y la meta prevista es de hasta 17%. Claro que, a partir de este mes, comenzarán a incidir los aumentos de la luz y otros servicios.
Según el IPC Congreso, la inflación de enero fue del 1,6 por ciento. El guarismo interanual fue del 37,7 por ciento. El Indec retomó las mediciones de precios en mayo, por no arroja un dato de doce meses.