Raúl Antonio Sosa, padre de Edgardo Ezequiel, un menor de 15 años que sufre parálisis cerebral, recibe oxígeno y no puede moverse de su cama, pide con urgencia que el personal del PROFE u otras autoridades le suministren los medicamentos que necesita para el tratamiento de su hijo, que son remedios anticonvulsivos y el aceite de cannabis. Las gestiones fueron iniciadas y completadas de la manera correspondiente, pero hace cuatro meses que no obtienen ninguno de los fármacos solicitados.
"Edgardo nació en Provincia de Buenos Aires. Tiene una válvula en el cerebro y un catéter en la panza. Y con eso vive. No camina, tiene poca visión y no habla. Está en la cama. Come por la boca, pero hay que moler los alimentos y suministrarlos con la cuchara", comentó a La Mañana.
Desde que sufrió un accidente laboral en Buenos Aires, Raúl Sosa vive en el barrio La Nueva Formosa junto a su esposa y su hijo, y percibe una pensión
del Estado. Además, sigue un tratamiento por estrés post-traumático en centros de salud. Es afiliado al PROFE, la obra social de las personas que cobran pensiones no contributivas; y como los medicamentos prescriptos para su hijo no le hacían un mayor efecto, por medio de un profesional del Hospital de
Alta Complejidad, solicitó aceite de cannabis para tratar la enfermedad del menor. Pero hace cuatro meses que la familia no tiene respuesta.
"Hace unos 15 días me dijeron que una doctora iba a viajar a Buenos Aires para traer el aceite personalmente. Después, me dijeron que se iban a comunicar con el doctor Gialluca, de la Defensoría del Pueblo, porque el proceso tiene varios pasos para seguir. Pero todavía no me consiguieron nada. Y mi hijo tiene muchas crisis. Tampoco tenemos más los otros medicamentos anticonvulsivos, que provenían de Córdoba, que por lo menos servían para disminuir esas crisis, y que son remedios caros, que salen entre 4.000 y 5.000 pesos. Implican un gasto de 25.000 pesos por mes, y cada frasco del aceite de cannabis sale 280 dólares. Están todos los pedidos hechos, por escribanía, por todos los medios correspondientes. Y yo no puedo ir todos los meses a la Defensoría del Pueblo a hacer notas", explicó el padre.
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