A pesar de los avances obtenidos por las mujeres en distintas áreas de la producción las diferencias salariales siguen perjudicándolas, así como los grados de participación en los niveles más altos de decisión de las organizaciones, todavía con hegemonía masculina.

Según datos relevados por la consultora global Mercer, en los cargos de directorio de las compañías argentinas se registró el año pasado una diferencia salarial del 11% en favor de los hombres. Si bien dicha diferencia es inferior a la detectada en ámbitos corporativos de menor responsabilidad, hay que tener en cuenta que sólo el 17% de los directivos en las cúpulas empresarias son mujeres, por lo que la discriminación en este caso pasa en gran medida por la promoción a los mayores cargos jerárquicos además de las remuneraciones.

"Si bien la equidad salarial entre los empleados es una de las principales preocupaciones de muchos ejecutivos de empresas, y el interés en este tema ha crecido en las organizaciones, las diferencias salariales entre hombres y mujeres persisten", refirió Mercer.

Esta consultora líder en recursos humanos realizó el Estudio de Remuneración Total (Total Remuneration Survey) con datos de 2016, en base a 437 empresas líderes del mercado internacional, fundamentalmente subsidiarias de multinacionales o compañías nacionales grandes.

Valeria Bohórquez, directora de Career de Mercer para Argentina, Uruguay y Paraguay, consideró "clave evaluar la equidad interna de la remuneración de manera frecuente. La organización debe asegurarse de que las diferencias salariales observadas se deban a factores válidos para la cultura organizacional, tales como experiencia, contribución o impacto en el negocio, grado salarial o nivel organizacional, y zona geográfica".

Dentro de las empresas la brecha de ingresos alcanza hasta un 15%
Según la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la diferencia salarial entre hombres y mujeres impacta en todas las escalas.

Con datos al tercer trimestre de 2016 en base a situación laboral, calificación ocupacional y brecha de ingresos, las mujeres perciben en promedio un salario equivalente al 74,2% del de los hombres en el ámbito profesional.

En empleos que requieren capacitación técnica las mujeres ganan el 82% del salario que reciben los hombres, mientras que para tareas operativas es del 80,8 por ciento.

Las diferencias salariales por género son menos marcadas en tareas que requieren algún grado de calificación o formación superior, pero se profundizan en las labores no calificadas, en las que las mujeres ganan un 64,6% de lo que se les paga a los hombres.

En la órbita de las empresas, Mercer señaló que "la diferencia salarial en favor de los hombres se repite en todos los niveles de la organización, siendo en el nivel de Gerente Senior del 10%; en el de Gerente, del 8%, y en el nivel de supervisores del 5 por ciento. El nivel de Analista la diferencia es del 15%, registrándose en este nivel la mayor brecha salarial de la organización".

El estudio de Mercer también relevó la proporción de hombres y mujeres que hay en cada nivel de la organización y concluyó que "la representación de mujeres dentro de las organizaciones disminuye a medida que aumentan los niveles de carrera, tendencia que se repite a nivel global".

En Argentina, sólo 12 de 194 Gerentes Generales son mujeres. En el nivel de Directores hay un 17% de mujeres y un 83% de hombres. En el nivel de Gerente Senior hay un 24% de mujeres y un 76% de hombres; en el nivel de Gerente hay un 29% mujeres y un 71% de hombres; en el nivel de Supervisor hay un 28% de mujeres y 72% de hombres, mientras que en el nivel de Analista hay un 44% de mujeres y un 56% de hombres.

En el mundo las mujeres representan el 40% de la fuerza laboral promedio de las compañías. En los escalafones más altos ocupan el 33% niveles gerenciales, el 26% como gerentes senior y el 20% en cargos ejecutivos.

"Se observa un mayor enfoque en la contratación y promoción de mujeres en los rangos ejecutivos, pero estas contrataciones parecen ser ad hoc (dispuesto para un determinado fin) y no apoyadas por prácticas sistémicas. Incluso cuando se examinan oportunidades adicionales para cerrar brechas en la contratación, promoción y retención que tienen en desventaja a las mujeres, el pronóstico aún no llega a la paridad", subrayó el informe de Mercer.