Los súbditos de la Reina Máxima van a las urnas este miércoles para renovar su Parlamento y elegir al nuevo gobierno tras cuatro años de coalición entre los liberales y los socialdemócratas en Holanda. La ultraderecha populista del 'Partido de la Libertad' de Geert Wilders está, tras varias semanas perdiendo apoyos, cerca del empate pero por debajo de los liberales del primer ministro Mark Rutte.

Las elecciones holandesas son la primera batalla del año del asalto ultraderechista a los salones nobles de los gobiernos europeos. Este año habrá además presidenciales en Francia, legislativas en Alemania, Suecia y República Checa y posiblemente también legislativas en Italia.

El corazón de la Unión Europea renovará a varios de sus gobiernos con la ultraderecha populista preparada para intentar asaltar el poder con renovado ánimo tras la victoria en Estados Unidos de su campeón Donald Trump y en el Reino Unido de los partidarios del "Brexit", la salida británica de la UE.

El "efecto Trump", en cambio, podría ser contraproducente porque desde la victoria del magnate estadounidense la mayoría de los partidos ultraderechistas de Europa han visto cómo van cayendo en los sondeos.

Geert Wilders, de 53 años y pelo rubio oxigenado, es la cara visible de la ultraderecha holandesa, un xenófobo que llama "chusma" a los inmigrantes de origen marroquí y que en diciembre fue condenado -sin pena de prisión ni multa- por incitación al odio racial.

Asegura Wilders que Europa está "amenazada por la islamización", quiere impedir la entrada en Holanda de cualquier inmigrante musulmán, cerrar las mezquitas y prohibir el velo y el Corán, libro que equipara al "Mein Kampf" de Adolf Hitler. Su bisabuela era musulmana.

Wilders prometía hasta hace pocos meses sacar a Holanda de la Unión Europea, a la que define como "Estado nazi", y mantener la bonanza económica -crecimiento del 2,3% en 2016 y desempleo ahora mismo del 5,4%-, pero no explica su receta económica y su país depende principalmente de sus exportaciones a sus socios europeos.

Sus ciudadanos no parecen pensar que salir de la UE sea una buena idea. Según datos del último 'Eurobarómetro' de la Comisión Europea, el 78% de los holandeses quieren seguir en el bloque y en el euro.

El ultraderechista, que acudió a recibir las bendiciones de Trump en la convención del Partido Republicano estadounidense que oficializó la candidatura del magnate de Nueva York, no tiene residencia fija desde 2004 y usa chaleco antibalas porque recibió amenazas de muerte.

¿Pero es Wilders una amenaza real? Los sondeos dan a su 'Partido de la Libertad' menos del 20% de los votos, con lo que apenas conseguiría entre 20 y 25 diputados en un Parlamento de 150. Ningún partido acepta negociar ni formar un gobierno de coalición con él, por lo que, de acertar las casas de sondeos, Wilders seguirá en la oposición.

Ruud Koole, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Leiden, explicó a Clarín que "probablemente Wilders no supere el 20% del voto, es decir, que un 80% de los holandeses no votará por él". Este especialista en tendencias políticas holandeses estima que aunque Wilders no gobierne, sus ideas se expanden en el espectro político conservador "porque compiten con él por los mismos votos y así tienden a seguirle y endurecer sus posiciones sobre musulmanes y refugiados".

Wilders confía en el voto de las clases precarias, de los trabajadores pobres que creen haber perdido calidad de vida, en uno de los países más ricos y desarrollados del mundo según los indicadores de Naciones Unidas y la Comisión Europea.

Pero según el profesor Koole, el voto a Wilders "no es sólo de los llamados 'perdedores de la globalización', sino también de las clases medias desencantadas de la política, porque se sienten menos seguras con respecto al empleo, la sanidad y la seguridad en las calles. Algunas personas proyectan esas ansiedades en los extranjeros o los musulmanes".

La sorpresa de los comicios podrían ser los ecologistas, que de 4 podrían pasar a 16 diputados. Liderados por el carismático Jesse Klaver, un joven de 30 años que habla como si fuera a convertirse en el próximo primer ministro holandés, son la tercera fuerza en los sondeos y en los días siguieron creciendo.

Klaver es el 'anti-Wilders'. Hijo de un holandés de origen marroquí y de una holandesa-indonesia, se declara "pro Unión Europea y pro refugiados". La marea parda de los neofascistas empieza a tener quien le plante cara.

Tjitske Akkerman, politóloga de la Universidad de Amsterdam, explicó que de los partidos de izquierdas, "los ecologistas son los que tienen las mejores perspectivas electorales. Como probablemente se necesitarán cuatro o cinco partidos para formar gobierno -y es muy poco probable que participe la ultraderecha- es muy posible que los ecologistas tengan un papel que jugar" en el próximo ejecutivo.