El abuso sexual infantil es un problema social importante que afecta a uno y otro sexo. Sus consecuencias son devastadoras para el funcionamiento psicológico de la víctima, sobre todo cuando aquel que debe protegerte es justamente el que te ataca.
Sobre esta cuestión, La Mañana dialogó en exclusiva con la licenciada en Psicología Claudia Sosa, quien posee una especialidad en Cámara Gesell. Compartimos con nuestros lectores algunos de sus conceptos.
LM: ¿Cómo deben actuar los padres ante una situación como ésta? ¿Qué deben hacer?
CS: Básicamente, el abuso sexual infantil en sí es un fenómeno invisible porque sucede mayormente en la etapa de la infancia, cuando se supone que la infancia es la etapa más feliz, donde se supone que está la familia para proteger al niño, donde se supone que lo que tiene que ver con lo sexual no tiene preponderancia. Entonces, es como que queda invisibilizado el fenómeno, pero en realidad hay muchas cuestiones a tener en cuenta porque el impacto del abuso sexual en esta etapa genera mayor daño en el individuo, porque son personas que se están estructurando y cualquier daño psíquico que aparezca en esa etapa determinará un mal funcionamiento que requerirá tratamiento y contención para que pueda volver a su adaptabilidad después de un daño de esta magnitud.
Cuando mayor contención tenemos a nivel parental, a nivel social, mayor será la posibilidad de que ese niño se pueda adaptar otra vez a la sociedad.
LM: ¿Es un error de concepto pensar que el abuso sexual ocurre sólo dentro de casa?
CS: Sí. Hoy tenemos que sacarnos de la cabeza que el abuso sexual ocurre sólo dentro del ámbito familiar porque ocurre en todas partes. Tampoco podemos decir que en Formosa no pasa. Pasa en todas las provincias porque no tiene que ver con el espacio geográfico ni con el estrato social, la edad o que ocurra dentro o fuera de casa. Puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y puede afectar indistintamente a niños, niñas y hasta a personas con algún tipo de discapacidad.
Puede ocurrir cuando ellos se encuentran ante determinadas personas que pueden ser de dentro o fuera de la familia. Se supone que cuando ocurre dentro del ámbito familiar, el impacto del ataque es mucho mayor porque confunde a los niños, porque son personas que supuestamente tienen que brindarles protección y en realidad son personas que están atacando, y eso genera aun un mayor impacto a nivel psicológico.
? NOTA COMPLETA EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA DEL 23/03