Las calles hablan por sí solas, piden a gritos ser arregladas. Todas. No hay una cuadra que permita el tránsito fluido y no hay una que esté pavimentada. Incluso la Maipú, una de las más importantes del barrio por ser la única enripiada y porque tiene salida directa hacia la avenida Circunvalación Gendarmería Nacional, se encuentra en mal estado, desdibujada por el barro y acumulando microbasurales en cada esquina. Esto ocasiona malestar en los vecinos, pero también en los alumnos de la Universidad de la Cuenca del Plata, ubicada sobre Maipú y Circunvalación.

Otra calle importante del barrio es la Egildo Tassone, también en situación crítica, lo que se agrava aún más teniendo en cuenta que pasa por el Centro de Salud y por la Escuela N° 445 "Esteban Laureano Maradona", que está en arreglos "hace demasiado tiempo", según se quejó un padre de uno de los alumnos.

En esta dirección, vale resaltar un reclamo de varios vecinos: "Queremos que se arreglen estas calles y que vuelva a entrar el colectivo al barrio.Tenemos que caminar hasta la ruta o a la avenida para tomar el transporte público", dijeron en referencia al transporte público de la Línea 90, que -ahora- sólo rodea el Liborsi. "Es inseguro y sobre todo a la noche, por la falta de luz y porque hay muchos baldíos abandonados", manifestaron.

En esta declaración se ven reflejadas dos problemáticas más: falta de alumbrado público de algunas cuadras y la presencia de pastizales, en todas. Un ejemplo de esto es la cuadra frente a la entrada de la Escuela, que a lo largo de casi cien metros, hay un mar de pasto, tan verde y tan alto como olas.

Así, un vecino comentó: "Hace unos días, empleados municipales anduvieron por acá y limpiaron aquel terreno", dijo señalando un espacio verde llano sobre la calle Catamarca al 100. "Pero así también dejaron un lío bárbaro. Limpiaron ese terreno pero con lo que sacaron, taparon la cuneta", denunció Rafael. Por su parte, otra vecina se sumó reclamando otros problemas en la misma cuadra: pastizales (en la esquina, ya no el terreno recientemente limpiado), cloacas rebasadas emanando olor nauseabundo pozos y barro. Todo, sobre la calle Catamarca. 

A pesar de las necesidades de los vecinos, de renovar y embellecer su lugar, supieron destacar algo que sí continúa puro y limpio: "La cultura del barrio", dijo una de las chicas que estaba en la vereda de Adela tomando tereré. "Se trata de ser buen vecino, de cuidarnos entre todos, de avisarnos las cosas. El de enfrente me mira la moto si no estoy, a mi nena si juega afuera, y así", explicó otra.