El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró este miércoles que está dispuesto a entregar la grabación de la reunión en la Casa Blanca entre su homólogo estadounidense, Donald Trump, y el jefe de la diplomacia del Kremlin, Sergei Lavrov, durante la cual el norteamericano habría compartido información clasificada.
"Si la administración de Estados Unidos lo ve posible, estamos listos para entregar la grabación de la conversación entre Lavrov y Trump al Congreso y al Senado", expresó Putin en conferencia de prensa.
Además, el presidente calificó de "esquizofrenia política" el escándalo surgido a raíz de la presunta divulgación de información sensible, que estaría relacionada a una amenaza terrorista del Estado Islámico. "No encuentro otra explicación" al escándalo, agregó.
Incluso, Putin tomó con humor el revuelo y dijo en tono de broma que le haría un llamado de atención a Lavrov, porque "no ha compartido esos secretos" con el resto del gobierno.
Luego de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor en temas de seguridad H.R. McMaster, nieguen enfáticamente que el presidente haya divulgado información secreta, Trump tuiteó el martes sin confirmarlo ni negarlo, pero destacó que tiene "absoluto derecho" de hacerlo.
Las revelaciones podrían dañar aún más la frágil relación de Trump con las agencias de inteligencia de los Estados Unidos. El reporte también podría lesionar la credibilidad del mandatario ante los socios de Washington en Medio Oriente, antes de su primera gira al extranjero.