"El 2,6% de inflación de abril es preocupante, pero se conocen las razones. Un punto de ese porcentaje se debe a los aumentos de las tarifas de los servicios públicos. Aun así, es una inflación alta. Los economistas calculan que va a estar en el 21% anual. Pero el otro grave problema que se tiene es la permisión que existe con respecto a la posibilidad de hacer la 'bicicleta financiera'. Eso acelera la riqueza financiera de los grandes capitales, y no ayuda en nada a la economía real", aseguró el economista a La Mañana.

En esta línea, el profesional sostuvo que esa "bicicleta financiera", constituida por la alternativa de lograr amplias ganancias en plazos cortos apostando a elevadas tasas de interés internas, está desviando los fondos que deberían ir a la inversión real, a la producción, y termina yendo a la inversión financiera, que brinda mayor rentabilidad, por encima de la inflación, y con menor riesgo.

"Se crea una situación muy difícil de revertir. Cuando esto se detiene, se hace 'de golpe', como ocurrió siempre. Y los que quedan 'pagando' son los pequeños ahorristas, porque los 'grandes' se enteran mucho antes de que suceda, y tienen la posibilidad de salir antes, sin verse afectados. La 'bicicleta' empieza con el dólar, y luego implica salir del dólar y después volver a la moneda extranjera. Pero cuando uno quiere volver al dólar es cuando se generan las dificultades. Esto ya se vio en la Argentina. El Gobierno piensa que va a poder 'frenar' este 'potro' antes de las elecciones. Esperemos que tenga éxito, pero nunca ocurrió eso en la Argentina. Y esto reduce mucho las posibilidades de crecer en la economía argentina", agregó el experto.