Juan fue a la gran feria a presentar la reedición de su tercer libro: "Árboles de agua", publicado por primera vez en 2016, en Jujuy y este año tuvo la suerte de llegar a más manos, a más ojos, a más mentes. "Es un libro que contiene veinte poemas, en el que trabajé con un artista plástico de Córdoba, David Alarcón, y se público en la Editorial Cronopio, de Jujuy", dijo.
Juan recomendó la Feria, dijo que "es maravillosa", como todos los eventos relacionados con la cultura. "Las ferias de libros son motivadoras porque te ponen en contacto con escritores, y esto también te brinda la posibilidad de llegar a ciertas editoriales complicadas", expresó y por otro lado resaltó cómo en este tipo de eventos, puede observarse la variedad de los lectores, en edades y en gustos.
En un tiempo en el que el libro parece quedar para los nostálgicos, y donde varias teorías ligadas al avance veloz de las nuevas tecnologías, destinan al libro impreso, el peor final, Juan, con su experiencia, reniega de este postulado: "La lectura es algo que trasciende el soporte. La lectura pasa por traducir lo que otra persona te quiere decir. Hay quienes prefieren la pantalla, otros el olor a un libro nuevo", argumentó.
"Algo que sí volvió a tomar atención, más allá del soporte donde publicar la obra, es trabajar el objeto. Por ejemplo, en "Árboles de agua" trabajé con un ilustrador, realizamos unos dibujos que se imprimieron en papel vegetal, entonces, en este caso, el libro se puede ver desde dos perspectivas diferentes. Así, se transforma el libro objeto, se logra algo, un efecto, un juego, que no podría lograrse si no es desde el soporte papel", explicó.
En contraposición, tomó un caso de una colega que publicó su libro junto a una escritora de Nueva Zelanda. Como era bilingüe, antes que en formato papel, se resolvió hacerlo en formato digital, donde la traducción sea automática. "Los e-books tienen esas cosas. De la mano de la novedad y la creatividad, los libros mutan, y perduran, siempre", concluyó.
¿Cuánto tiempo lleva escribir un libro?
Es relativo. "El primer libro, fue el que más tiempo me llevó, lo hice en el 2013. El segundo libro lo escribí en dos meses, con mucha intensidad, fue un diario de duelo. El tercero, fue un libro que escribí mientras viajaba; durante el 2016. Cuando uno está por viajar, piensa en todo lo que tiene que hacer para viajar, y cuando viaja, piensa en todo lo que tiene que hacer cuando regrese. Yo me dediqué en ese tránsito a escribir", dijo Juan.
Lo más lindo de todo libro es dedicarle el tiempo que demanda. El escritor de "Árboles de agua", aconsejó: "Un poema puede ser corregido y corregido, pero el poema en un momento te dice "basta" y se desprende de vos como escritor. Con los libros pasa algo similar. Llega un momento que el texto te deja, te dice 'basta no me toques más, estoy listo'. Se calla, se desprende".
Procesos de escritura
Hace cinco años Juan está trabajando en un libro de entrevistas a escritores. "Lo que me interesa es el proceso", dijo. Entrevistó a diferentes colegas, y publicó algunas notas en diferentes medios. Según expresó, con este trabajo pudo llegar a la conclusión de que más allá de la intención del escritor, de lo que quiere decir o a quién, "los procesos de escritura son todos similares". En este sentido, explicó que las entrevistas le sirvieron en su formación, y que por ello, busca que este libro sirva a quien quiera escribir.
Para escribir, hay que leer. "Leer es importante. La lectura siempre te permite mirar de otro lugar. Hay que dejar que las lecturas te filtren", cerró Juan.