El proyecto se llama "En busca de poetas", y actualmente atraviesa su quinto año de ejecución; "comenzó en Ushuaia en el 2013, durante ese año escale toda la Patagonia, Chile en el sur y el centro. En el 2014 me hice todo el centro de Argentina y Montevideo. En 2015, Uruguay, parte de la Mesopotamia Argentina y el año pasado el resto de la Mesopotamia Argentina y Paraguay. Este año, el 5º, la idea es bajar de Formosa, para Santa Fe, Paraná, Rosario, y ahí empezar a subir por lo que es Córdoba, Santiago de Estero, Tucumán, Salta, Jujuy e ir hacia Bolivia y los países andinos hasta llegar a Venezuela", detalla como en una bitácora de viaje, Bechara.

Tras pasar cuatro días en Formosa, reuniéndose con varios poetas locales, Bechara diálogo con La Mañana y explicó que la idea fundamental es realizar unas antologías a nivel América del Sur. De hecho, este año saldrá la primera antología que es de la Patagonia Argentina acompañada también de un estudio crítico. "Publicándola, vamos a empezar a mostrar los primeros resultados del proyecto, y la gente empezará a verlo. Los resultados son maravillosos: hay poetas inéditos que nadie conoce y que merecen ser conocidos y creo que ese es el mayor atributo del proyecto y es que muchos poetas desconocidos puedan ser leídos más allá de sus fronteras".

La génesis

"Estaba con un amigo cuentista en Córdoba y veníamos hablando del poco reconocimiento que se les da a los artistas en general y a los poetas en particular y eso disparó la idea de que sería lindo un viaje por América del Sur buscando poetas para darle reconocimiento", relata sobre los inicios del proyecto.
Una idea; quien puede detener una idea. Quedó flotando en el gran mundo de las ideas platónicas, hasta que finalmente se decidió "bajarlo en plan de proyecto" y lo presentó a diversas empresas de Colombia, hasta que una de ellas aceptó: Pavimentos Colombia, una empresa que hace rutas. Hoy también están haciendo rutas, pero cambiaron el pavimento por algo tan o igual de transformador que el cemento: las letras. De aquellos desconocidos repartidos por distintos países de América, para juntarlos, construirlos, hacerlos voz.
"Me dijeron: "mira, nos parece tremendamente quijotesco, pero algo muy bonito puede salir de ahí". Yo les había pasado un plan A y un plan B, el plan A era viajar solo, el plan B era hacerlo con alguien más. Finalmente, me dijeron que el plan B era imposible pero que me apoyarían con el plan A", resume.

Una poética del continente

"Nos está ayudando a hacer un camino a través de las letras. Estos años, unos poetas me han ido llevando a otros y se ha hecho una gran cadena de poetas. Así se va gestando el proyecto", explica el escritor.

Además, sostiene que una de las cosas más interesantes del proyecto es que va redactando un cuaderno de viaje, una especie de texto multigénero. "La experiencia ha sido muy enriquecedora porque me ha puesto en contacto con poetas tremendos. Es fascinante la situación, voy pasando de un poeta a otro, con gente muy profunda e interesante. Nuestras conversaciones van de la mano con sus poemas, y unos y otros forman un collage que queda como una huella digital al lado de la de otro poeta y poco a poco vamos armando una poética del continente", define y agrega: "Vamos un poco más del 50% del proyecto y eso es también motivo de alegría porque quiere decir que se puede hacer algo tan absolutamente loco como eso, es posible generarlo. Un laburazo, pesado y duro, pero estamos poniéndole el pecho a la cosa como mascaron de proa. Estos cinco años me dejan el conocimiento profundo de primera mano de la poesía de América del Sur, y también me deja feliz saber que tenemos una poesía tan poderosa, tan rica y que hay tanto talento". 

La primera antología se publicará este año en Colombia y la idea es también hacerlo con una editorial en Buenos Aires y otra en Chile; aunque ello no quita las posibilidades de que también se incluyan otros países de América Latina o España. 

"Me gustaría resaltar la ayuda que he recibido de los poetas, ha sido muy valiosa, creo que el proyecto lo han hecho ellos mismos. Me han ayudado en muchos sentidos y me fueron tendiendo sus manos. Fueron muy abiertos y les pareció que algo muy bonito podía hacerse y salir de ahí", cierra.

"Los poetas están conscientes de su
entorno, de las injusticias que ocurren y de
las situaciones que podrían ser mejores"

Bechara cuenta que cada poeta tiene su tema más afín, de acuerdo a sus propias vivencias, a su propio pasado, pero que, evidentemente hay un temática que se repite (que está ahí, expectante, en un juego de visible e invisible) dentro de la poesía latinoamericana en general: lo social. "Los poetas están conscientes de su entorno, de las injusticias que ocurren allí y de las situaciones que podrían ser mejores. Hay como una prisa, una necesidad muy importante por escribir con respecto a todo eso que nos asquea de alguna u otra manera", asevera. 

Los poetas tienen el desafío de transformar en belleza una injusticia, algo que esta doliendo, o que a veces no se termina de comprender: "Es un desafío total, la idea es llevarlo de forma estética, llevarlo al poema, al papel y sin que suene panfletario. Ahí está el juego. Ese es precisamente el juego de la poesía: cómo llevar esos temas para que traducidos al lenguaje, al papel suene de forma hermosa e interesante, suenen de una forma en que nunca la hemos escuchado. De eso se trata el arte, de innovar, de buscar vanguardia y nuevas voces". 

"Creemos en que la poesía debe traspasar las fronteras y en que algo tan loco como la idea de salir por el continente puede hacerse. Creo que ese es uno de los mensajes más importantes, sobre todo en las nuevas generaciones para que crean que cualquier cosa es posible siempre y cuando le metas el trabajo que hay que meterle", sintetiza.