La producción arrocera de la provincia también se vio perjudicada por las inclemencias del tiempo y si bien es un cultivo que se realiza en agua, el exceso de lluvia y la falta de días de sol provocaron problemas de sanidad, con la aparición de hongos y pérdidas de rendimiento por plantas.
Estos inconvenientes se hicieron sentir en los campos de Villa Escolar y de Mansilla y según las estimaciones del Ministerio de la Producción de la Provincia hay cerca de mil trescientas hectáreas afectadas.
En este sentido, el productor arrocero, Miguel Angel Araujo, dijo a La Mañana que de todos los años que lleva como productor, éste fue el más crítico, tanto que estimó un 30% de pérdidas en rendimientos por kilo y calidad.
Pero lo más preocupante del caso es que de las 1.000 hectáreas sembradas en la presente campaña, se verá obligado a reducirlas a 700 o menos.
Explicó que esa reducción para el próximo obedece a un conjunto de factores, entre ellos las pérdidas registradas este año por cuestiones climáticas pero también por el brusco incremento en los costos operativos de producción, incluido las tarifas de agua y el combustible.
"Ya por las condiciones climáticas tuvimos casi un 50% de la producción sembradas fuera de época. En esos cultivos tuvimos problemas sanitarios, de hongos y bajos rindes en peso y calidad. Generalmente en un buen año, sin mayores problemas, se termina de cosechar en abril o principios de mayo a más tardar. En esta ocasión recién finalizamos la cosecha días atrás, en junio", afirmó.
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