Maduro anunció que había dado el visto bueno a la celebración de reuniones de "muy alto nivel" entre ambos países después que se lo solicitaran: "¿Por qué no vamos a dialogar? Claro que tenemos que dialogar", afirmó.
El mandatario no descartó incluso la posibilidad de reunirse en algún momento con su par estadounidense: "Si el presidente Donald Trump, lograra visualizar la verdad de Venezuela, yo podría dialogar con él algún día".
El pasado 16 de junio, Trump manifestó que lo mejor para su país sería que hubiera "libertad" en Cuba, Venezuela y en el resto de la región. Un día antes, Maduro había rechazado unas declaraciones en las que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, puso en cuestión a la democracia venezolana.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países son tensas desde hace varios años. En 2010, Caracas rechazó el nombramiento de Larry Palmer como embajador de EE.UU. en el país tras conocerse que este había criticado a la institución militar venezolana en un documento dirigido al Senado estadounidense.
Asimismo, el Gobierno de Venezuela ha señalado reiteradamente a Washington por financiar actividades de desestabilización contra Chávez y Maduro.
Por su parte, EE.UU. ha sancionado en diversas ocasiones a funcionarios venezolanos, mientras que el expresidente Barack Obama declaró en 2015 a la nación suramericana como una "amenaza extraordinaria e inusual" a la seguridad estadounidense.