Federico Tomasella, médico infectólogo del Hospital Central de Formosa, explicó a La Mañana que el excesivo e incorrecto consumo de antibióticos representa serios riesgos para la salud. En este sentido, dijo que la automedicación con ese tipo de fármacos genera que las bacterias se vuelvan resistentes a los antimicrobianos; y brindó detalles sobre la reciente recategorización de antibióticos realizada por la Organización Mundial de la Salud.
Medios nacionales informaron que la OMS creó nuevas categorías de antibióticos, en la mayor revisión de este listado de su historia. En la nueva división se diferenció los antibióticos que deben usarse para infecciones comunes y los destinados para situaciones más graves, en la que incorporó nuevos fármacos contra la hepatitis C, el VIH, la tuberculosis y el cáncer. A su vez, se conoció que cerca de 10 millones de personas morirán cada año por resistencia a los antibióticos a partir del 2050, según indicaron expertos de la Unión Europea (UE) que participaron en un encuentro celebrado en Argentina con el objetivo de concienciar sobre esta situación, que se debe al consumo excesivo de antibióticos.
"Esto surge a raíz de lo que se puede considerar como un problema de salud pública a nivel mundial, que es la resistencia a los antibióticos. A medida que nosotros vamos prescribiendo antibióticos de mala manera, las bacterias se van adaptando a esos antimicrobianos y se vuelven resistentes. Entonces, la Organización Mundial de la Salud hizo una categorización de los antibióticos teniendo en cuenta su uso apropiado, las indicaciones que debería tener cada uno", expuso Tomasella a este diario.
En este sentido, el profesional reveló que muchos países declararon como "emergencia nacional" el uso adecuado y racional de la antibioticoterapia. "Antes, para tratar una neumonía en un paciente joven y sin una enfermedad de base, se recetaban antibióticos por siete o diez días; ahora, se suele recetar para un lapso de entre cinco y siete días, y con medicamentos de bajo espectro. Los de amplio espectro ya se reservan para otras situaciones, y otro grupo etario", aclaró.
"Lo más importante es que la población tiene que entender que no debe automedicarse. Y el otro problema es que tampoco el paciente necesariamente debe salir del consultorio médico con una receta de antibióticos. Ahora que estamos en época invernal y empezamos con problemas como tos y catarro, hay que aclarar que la mayoría de las infecciones no necesitan antibióticos. A veces, algunos médicos piensan en satisfacer la necesidad del momento del paciente, sin ver que a futuro se está realizando un mal", agregó.
Nota completa en la edición impresa del 23/06