Luis Padrón es un joven formoseño de 25 años que está empeñado en conseguir su ideal de belleza: quiere ser un elfo y el único ser con ojos violetas en el mundo. Para ello, ya invirtió 30 mil dólares en cirugías, pero asegura que aún le falta un largo camino por recorrer. Cuando llegue a su meta, se propondrá otro sueño, mientras tanto charla con Cronopio.
"No lo tomo como una obsesión, lo tomo más como una meta o un pasatiempo. Siempre quise cambiar mi cara, desde los 14. Siempre tuve cierto ideal propio de lo bello y fui encontrando estos seres, con tales rasgos y facciones y los adopté. Me empeñé en ir por ahí. Quiero convertirme en mi propia percepción de belleza, son los elfos de una religión que se llama 'Universe people', seres hermosos por fuera y por dentro. Son guerreros de luz y amor y están para cuidar el planeta", comentó.
Luis gastó 30 mil dólares en distintas cirugías, entre rinoplastia, liposucción de papada y cinco cambios de pigmentación de ojos con láser. Se aclaró la piel, se quitó las pecas, las arrugas, los lunares y también el vello del cuerpo. "En un mes, volveré a hacer el cambio del color de ojos pero ya no con láser sino mediante un implante intraocular, ya que estoy buscando ser la única persona con ojos violetas en el mundo", agregó.
Además, dijo que en el mismo viaje irá a Beverly Hill para realizarse un implante de pelo, y así tenerlo como un vampiro, y además se reducirá la mandíbula. "Por último, me haré la nariz con un doctor reconocido en Irán por hacer las mejores "narices fantasías" del mundo y las orejas, algunos lifting y el cuello", expresó. Así, estaría terminada su transformación, por ahora usa orejas proestéticas, que las trae de Italia para vender.
Luis vende orejas, pelucas, entre otros accesorios fuertemente demandados por los cosplayer -personas que usan trajes que representan a un personaje-. "El mundo de los cosplayer es gigantesco y siempre está en crecimiento. En Buenos Aires, están los eventos más grandes del país, se organizan competencias con gente muy grosa que pelea por el primer premio, que suele ser muchísimo dinero y viajes a Estados Unidos, Chile, Brasil", detalló. Según explicó, en un principio participó de estos encuentros pero lo abandonó para dedicarse a las ventas y las cirugías.
Los Cosplayer compiten disfrazándose profesionalmente, porque en un disfraz, hay invertido mucho dinero y tiempo, tanto en la producción como así también en el estudio de los gestos y movimiento de los personajes. "Desde que entras hasta que salís del evento tenés que estar metido en lo que estás representando", sostuvo. Con esto, mencionó que en las ventas le va bastante bien y tiene clientes en todo el país, y como si fuera poco, también tiene seguidores.
Tal es así que a partir de este año, ante la lluvia de consultas, creó un grupo de cirugías argentinas en Facebook: "Empecé ese grupo para poder intercambiar experiencias entre pacientes. Así la gente interesada en hacerse cirugías plásticas, puede informarse bien, mediante las experiencias de otros pacientes, antes de decidir. Una cirugía plástica no es una joda", opinó.
De Lady Gaga a la casa de gente plástica
Luis tiene un mantra: "Todos los sueños se cumplen pero hay que esforzarse muchísimo". Su primera meta fue ahorrar dinero para costearse los pasajes y las entradas e ir a ver a Lady Gaga. "Como empezar con una cirugía plástica implicaba muchísima plata, me centré en una meta más realista", dijo. La siguió a Buenos Aires y a Asunción, acampó por cinco días y llegó primero. No solo la conoció, sino que fue elegido entre el público vip, para subir al escenario a cantar con ella.
"Mi familia me decía, si vos te querés hacer cirugía plástica hacétela, pero nosotros no te vamos a pagar nada, te lo vas a tener que pagar vos. Esa era su forma de pararme, creían que esa condición sería una barrera". Sucedió lo contrario: "me puse las pilas y empecé el negocio".
Hoy está muy cerca de convertirse en un elfo y como si fuera poco, ya confirmó su presencia en el Reality Show Plastics of Hollywood, en Los Angeles: "Será como una casa de muñecas de la vida real que reúne a doce de las personas con modificaciones más extremas: hay tres que quieren ser Ken, algunas barbies, un chico que quiere ser un Alien sin género, y yo que quiero ser un elfo. Lo produce una argentina que es manager y dueña de la primera agencia para gente plástica en el mundo". ¿La fecha? "Cuando algún canal lo compre. Nos llaman a todos y nos vamos par allá", cerró.