pixel facebook
Martes 16 de Abril de 2024

16 ° C Clima

Logo Editorial


Las FARC después de las armas: el peligroso tránsito de la guerra a la política

Esta semana comenzó la última etapa del desarme y se espera que en agosto se conforme como un partido. El país, dividido entre los optimistas, que ven a la paz cada vez más cerca, y los escépticos, que dudan de las intenciones del grupo



"Hoy, las FARC, la guerrilla más poderosa y más antigua de América Latina, dejan de existir", aseguró este viernes el presidente Juan Manuel Santos ante una sala colmada de empresarios en París, donde se encuentra de visita oficial. El argumento del Nobel de la Paz para hacer semejante aseveración es que las Naciones Unidas iban a declarar "que las FARC entregaron el 100% de sus armas". Lamentablemente para él, y para toda Colombia, la ONU tuvo que contradecirlo: aún no se puede decir que el desarme sea completo, ni mucho menos que la guerrilla haya desaparecido.

Hasta el vicepresidente, Óscar Naranjo, se vio obligado a corregir al mandatario. Según su versión, "la dejación definitiva de las armas se producirá en las próximas 72 horas", que se cumplen el lunes. Pero ni siquiera entonces estará concluido el proceso. Las FARC reconocieron tener 950 caletas (depósitos) con armamento de distinto tipo, escondidas en diferentes puntos del país. La búsqueda y destrucción de ese material se puede extender al menos hasta septiembre. Todo esto, sin mencionar que hay subgrupos minoritarios que han decidido mantenerse al margen de la rendición y continuarán en la ilegalidad.

"No hay completa seguridad de que la desmovilización sea plena. ¿Están participando todos o hay una capa de integrantes de las FARC que se están quedando por fuera? Puede haber un proyecto militar de fondo, o trampas que en todos los procesos de esta naturaleza suele haber", afirmó Vicente Torrijos, profesor de ciencia política y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, en diálogo con Infobae.

Éstas son algunas de las dudas que tiene buena parte de la sociedad colombiana, que en el plebiscito no vinculante del año pasado votó en contra de lo pactado en La Habana, porque mira con recelo todo el proceso de paz y no confía en las intenciones de la guerrilla. Al mismo tiempo, hay muchos que siguen esperanzados y ven que una paz posible está cada vez más cerca.

"Es la primera vez que se cumple el estándar internacional de dejación de armas que se ha construido y consolidado en la ONU. Se han registrado como en ningún otro proceso de entrega, a un arma por combatiente como mínimo. De ahí que ya hay 8 mil reunidas", dijo a Infobae Miguel Suárez, asesor de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final con las FARC (CSIVI).

Los alcances de la rendición y el desarme

La entrega de armas se realizó en 26 puntos de concentración especialmente destinados para que los guerrilleros puedan estar en un lugar que consideren seguro durante el tiempo que dure la transición hacia la vida civil. La ONU estima que hay unos 7.000 combatientes en estas áreas. Originalmente, el pacto establecía que no deberían pasar más de seis meses allí, pero no hay certeza de que ese plazo se vaya a cumplir.

Las diversas fuentes que se pueden consultar difieren en el énfasis, pero coinciden en el cuadro general: la mayor parte del Ejército de las FARC se desmovilizó y abandonó la lucha armada. Las divergencias aparecen cuando se indaga sobre los sectores minoritarios que continúan agazapados. Algunos observadores dicen que están desorganizados y que son insignificantes, pero otros creen que pueden ser una amenaza.

"Hay dos tipos de disidencias. Una está conformada por frentes que actuaban en el sur del país, por donde pasan la rutas del narcotráfico y donde hay explotaciones mineras ilegales. Son los que tienen menos incentivos para sumarse, porque obtienen dividendos enormes de esas actividades. Esos frentes nunca formaron parte del proceso. Si bien no hay un cálculo preciso de cuántas personas son, se dice que representan entre un 10 y un 13% del total. Quedarían clasificados como grupos criminales organizados, y ya no como guerrillas", explicó Sandra Borda Guzmán, profesora de ciencia política y relaciones internacionales en la Universidad de los Andes.

Fuente: www.infobae.com
Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer