Nahuel Sánchez y Enzo Jara son jóvenes que apuestan a la cultura extrema en Formosa. Quieren hacer crecer el BMX. Ambos compiten desde hace tiempo y ven la necesidad de tener un lugar específico para practicarlo. Pero para eso, dicen, hace falta fomentar el deporte, hacerlo crecer. Decidieron crear una escuelita y compartir sus conocimientos.
La escuela abre todos los domingos a la tarde: de 16 a 19, donde un montón de chicos, de todas las edades, se reúnen en el patinódromo de la Plaza San Martin y aprendiendo, se divierten. "Tenemos alumnos de 8 a 16 años. Yo empecé a los 17 en este deporte, y ahora tengo 23", cuenta uno de ellos.
Junto a Nahuel y a Enzo, hay otros tres instructores, y todos trabajan a pulmón. Las clases son gratuitas porque lo que buscan es que el BMX se conozca y logre crecer tanto como la cultura del skate.
El BMX es un deporte extremo que nace en California (EEUU) en 1969, cuando un joven llamado Scott Breithaupt, decide utilizar una bicicleta en una pista de Motocross, para imitar las habilidades de sus ídolos en este deporte. Justamente, el nombre "BMX", es la abreviación de Bicycle Motocross.
El deporte se practica en bicis especiales, bajitas, y es importante usar casco, rodilleras, coderas y guantes. "Puede presentarse en diferentes modalidades: hay BMX de carrera, de Street (calle), y BMX park", explicó Enzo y detalló que la bici para hacer los trucos tiene un rodado 20. En este aspecto comentaron: "Los chicos que vienen a aprender son muy entusiastas y a la vez muy corajudos, se arriesgan en cada truco. Es importante que nosotros, además de los trucos enseñemos el respeto entre compañeros. Por ejemplo, cuando un chico se cae, hay que alentarlo a que se levante y que siga practicando. Los más chicos tienden a burlarse, a reírse unos de otros y esto solo logra que se rindan y bajen su autoestima".
"Nuestra idea es, algún día, tener un lugar donde poder practicar cómodamente", insistieron, y seguido agregaron: "Si este año la recepción de la escuelita es buena, seguiremos el año que viene, con gusto".
Por último, los bicker's invitaron a todos los jóvenes a formar parte de la escuela, que aún no tiene nombre, pero que sí un objetivo: divertirse desde el deporte y los buenos valores. "Llevamos cascos para prestarle a los chicos. De esta manera, ellos están más seguros y cómodos practicando y nosotros más tranquilos enseñando. Solo tienen que acercarse a charlar, le explicamos lo básico y si ya saben algo, es mejor. Pero no es una condición necesaria", cerraron.