Verlo cruzar la meta y emocionarse, para después recibir a cada paso el saludo de la gente de la organización como del público que fue a la Costanera a apoyar, lo llenó. Se sintió feliz y no lo escondió porque en el fondo sabe que se dio una revancha propia.
"Para mí, esta competencia era muy especial ya que vengo de superar una lesión muy dura que me tuvo contra las cuerdas", dijo con la voz entrecortada aunque hizo fuerza en todo momento para no quebrarse porque, acaso, entiende como todos que la procesión va por dentro.
"Llevo treinta años corriendo y nunca había pasado por una situación así; eso hizo que me reinvente. Necesité de la ayuda de mi círculo más íntimo para superar la lesión y dio sus frutos", dijo después, como sacándose todavía una espina que hace tiempo parecía molestarlo, para de ahora en más buscar nuevamente el rumbo en lo que más le gusta.
Para Méndez, la fuerza para poder hacer lo que hace está "en el amor que uno le pueda poner" y eso se refleja en una preparación constante que en Formosa llegó a buen puerto.
Por su parte Adrián Selevsek, oriundo de Bariloche, quien ocupó el segundo lugar, señaló que "sabía que me iba a encontrar con corredores de buen nivel en una ciudad que no conocía, así que además de venir a hacer lo que me gusta, quería conocer el norte argentino y si bien tuve un poco de incertidumbre por la temperatura, largamos frescos y con el plan de carrera que tenía, después tuve que aflojar un poco porque se sintió el calor".
Selevsek se mostró muy agradecido a su familia "porque pudo venir y a la organización, que fue excelente; nos recibieron muy bien y la ciudad de Formosa, la verdad, que fue muy anfitriona en todo, en el hotel, en comida, en todo lo que nos asistieron, no hago más que decir que me voy muy agradecido".
Finalmente, el correntino Diego Rak, que fue tercero, tampoco ocultó su satisfacción ya que "es la primera vez que participo de una carrera de este nivel y me voy muy contento con lo logrado".
Contó que "empecé corriendo carreras de aventuras y gracias a eso conocí a los chicos de un grupo del que formo parte, y de a poco nos fuimos sumando para ponernos desafíos en todo momento".
"Siempre terminar ya es todo un logro, más sabiendo que en este caso fueron 50 kilómetros", remarcó para también ser otro de los que recibió el saludo de muchos de los presentes.