Los mercados financieros, lastrados por la crisis pero sin graves sobresaltos, y el tono de los discursos de los líderes internacionales evidencian que nadie cree aún posible que Washington y Pyongyang se enzarcen en un conflicto armado, con armas nucleares de por medio. La espiral entre los líderes, sin embargo, no cesa con los días y algunos países han mostrado preocupación. La canciller alemana, Angela Merkel, se opuso este viernes a una "solución militar" al conflicto con Corea del Norte. "Alemania tomará parte intensamente en las opciones de solución que no sean militares, pero considero que una escalada verbal es una respuesta equivocada", dijo. Naciones Unidas también ha reclamado a las partes que rebajen la tensión.
Moscú ha expresado más miedo. "Considero que el riesgo [de conflicto armado] es muy alto. Especialmente teniendo en cuenta la actual retórica: suenan claras amenazas del uso de la fuerza", dijo el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, según medios locales citados por Efe.
En paralelo a este ruido, puede haber espacio para la solución diplomática. La última amenaza de Trump, en un tuit de 140 caracteres, se publicó poco antes de que se revelara que Washington y Pyongyang mantienen un canal secreto de comunicación, según explicaron a la agencia Associated Press funcionarios estadounidenses. Los contactos ya habían trascendido a raíz de la liberación por parte del régimen del joven estadounidense Otto Warmbier, en estado de coma, el pasado mes de junio. AP señala que los contactos son frecuentes. Los interlocutores son Joseph Yun, responsable de Corea del Norte en el Departamento de Estado, y Pak Song Il, un alto cargo de la misión diplomática del país asiático en Naciones Unidas, en Nueva York.
Y las conversaciones no solo se han limitado a la situación de los presos estadounidenses en Corea del Norte, como sucedió con Warmbier, sino que han abordado otros asuntos. No han impedido, sin embargo, este episodio tan convulso.