pixel facebook
Viernes 10 de Mayo de 2024

21 ° C Clima

Logo Editorial


La mafia de los narcoaviones por dentro

Un arrepentido contó a la Justicia cómo funcionan estas organizaciones. En la Argentina hay 1500 pistas clandestinas. Por año son detectados 400 vuelos narcos que no pueden ser interceptados.



El procedimiento es similar al que se observa en las viejas chatas para alimentarlas de combustible. Un bidón y una manguera conectada al tanque. La misma lógica de ingeniería casera utilizan los narcotraficantes para repostar en el aire a sus aviones cargados de drogas.

En estos casos, el procedimiento es apenas más sofisticado. El piloto emplea una bomba de vacío mecánica para trasvasar el carburante a los tanques de queroseno, que por su diseño, por ejemplo en los Cessnas 150, están ubicados en sus alas.

El año pasado, la Fuerza Aérea detectó "unos 400 vuelos no autorizados que no pudieron ser interceptados por falta de aviones adecuados", le informó la ministra Patricia Bullrich, a la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico de la Cámara Alta.

Para la funcionaria, esa es apenas una muestra de la narcoactividad que se desarrolla en nuestro espacio aéreo. Un relevamiento realizado por la Fuerza Aérea, y volcado en un informe que lleva el sello de "CONFIDENCIAL" afirma que solo en Chaco hay 141 pistas clandestinas. Por ejemplo en la "adyacencias de la estación ferroviaria San Hilario", "en Concepción de Bermejo", "en Cruce Colonia Pampa Alegría entre la Ruta Nacional 95 y camino vecinal" o en "una estancia".

Claudio Izaguirre, titular de la ONG Asociación Antidrogas de la República Argentina denunció ante Infobae que a lo largo y ancho del país, pero sobre todo en provincias como Buenos Aires, La Pampa, Chaco, Corrientes y Santa Fe, "hay unas 1500 pistas clandestinas en actividad, usadas por las mafias narcos y no se hace nada para clausurarlas".

"El aire argentino es gobernado por el narcotráfico internacional", sostiene de forma vehemente el ex subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico de La Pampa. También asegura que, a pesar de la existencias de radares 3D móviles construidos en Bariloche, los narcopilotos conocen las horas, los días y las ubicaciones de los aparatos, y que con estos datos, simplemente los evitan.

"Hasta ahora, y a pesar de la buena voluntad de la ministra Bullrich, el combate narco es solo por tierra y agua. Lamentablemente el aire en Argentina sigue siendo un colador donde ingresa el narcotráfico sin restricción alguna".

"Testigo A", la mafia por dentro

La maniobra de trasvasado de combustible durante el vuelo es peligrosa, pero efectiva. De esa manera la mafia de los narcoaviones consigue ingresar al país su millonaria carga sin tocar tierra. Mediante el empleo de GPS, arrojan las sacas con marihuana o cocaína, en los descampados.

Los vuelos son rasantes, y la precisión exquisita. El resto de la tarea se realiza también a gran velocidad. Los bultos se esconden en camionetas o camiones, que ya están apostados en el lugar. El éxito final estará asegurado si cada uno cumple con su parte. Una de las más importante, el soborno a las fuerzas de seguridad para que hagan la vista gorda cuando el convoy pase por los retenes.

En el mejor de los casos, los vehículos que esperaron la carga y la transportaron hasta un punto intermedio para que "se enfríe" tienen patente oficial. Pueden pertenecer a organismos dependientes de la municipalidad de la zona, de la Gobernación de la provincia a la que llegó el narcoavión; o de Presidencia de la Nación.

Repostar combustible en vuelo también sirve para realizar trayectos más largos y evitar una parada intermedia para abastecer el avión confundido muchas veces como "avionetas fumigadoras". De esta manera, el riesgo de ser interceptado se reduce un cincuenta por ciento.

En estos casos, las organizaciones trasnacionales narco tienen cada uno de los engranajes del delito bien aceitados. La pista de aterrizaje clandestina en una estancia o campo de cultivo, donde espera un camión cisterna con el combustible para el retorno.

Una vez que el narcoavión detuvo su carreteo, la tarea con el pasamano de la mercancía incluido, no puede demorar más de 45 minutos. Los días de "visitas" a los campos son siempre los mismos. Al igual que el peso de la droga que, según la distancia recorrida, y los bidones con queroseno que aumentan el peso del "equipaje" narco, puede variar entre 300 y 700 kilos.

Para acomodar los ladrillos prensados, a los Cessnas de cuatro plazas se le retiran tres butacas. Los aviones, que también pueden ser los Piper PA-23, conocido como Apache, y posteriormente Azteca, son robados en los aeroclubes de la Argentina, Paraguay, Brasil o Bolivia, o alquilados. Por eso, cuando las autoridades consiguen desbaratar a una de estas organizaciones criminales, en un gran número de veces, no pueden retener la aeronave (que por lo general vuelve al circuito narco) porque sus dueños lo reclaman.

Así y todo, en los últimos dos años se incautaron seis narcoaviones. Cuatro de ellos pertenecían a la banda narcocriminal liderada por el brasileño Marino Divaldo Pinto, que operaba en la provincia de Corrientes y tenían sus pistas clandestinas ubicadas en las estancias Santa María del Aguapey y Santa Úrsula, ubicadas en la localidad de Santo Tomé.

Fuente: www.infobae.com
Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer