Recientemente, un estadounidense que fue detenido en México con un paquete de metanfetaminas admitió que era al menos la quinta vez que realizaba un envío como ese en los últimos meses, por el que obtenía cerca de mil dólares.

Según su testimonio, Jorge Edwin Rivera, de 25 años, usó modernos drones para desplazar la mercancía a un cómplice en una gasolinera cercana a San Diego. En el último envío, intentaba contrabandear casi seis kilos, una cantidad considerable e inusualmente grande para esta técnica, según indicaron las autoridades.

Los agentes de control observaron a la nave a unos 2.000 metros de la frontera y lo siguieron hasta encontrar a Rivera. Se trataba, según medios locales, de un modelo profesional Matrice Pro, que cuesta cerca de 5 mil dólares y es usado habitualmente para la filmación de películas y programas de televisión.

En su reporte anual, la DEA había desestimado a los drones por la poca cantidad que podrían trasladar, aunque sí estimaron que su uso podría aumentar. Si bien es cierto que para drogas como marihuana un traslado de 10 kilos no sería rentable, otras sustancias con mayor valor comercial en el mercado negro sí alcanzarían una rentabilidad atractiva para los criminales con esta alternativa.

Alana Robinson, la fiscal federal interina para el Distrito Sur de California, destacó como inconvenientes el ruido del motor y la corta duración de la batería, pero se mostró alerta ante el aumento del uso y el aparente éxito relatado por Rivera. "La Patrulla Fronteriza está al tanto del potencial y siempre está escuchando por si se avista algún drone", indicó.