SANTIAGO, Chile.- Un grupo radical mapuche comenzó la semana con un ataque incendiario que dejó 29 camiones forestales quemados y activó los protocolos de seguridad bajo el rótulo de atentado, algo que el gobierno de Michelle Bachelet ha evitado en la mayoría de los casos vinculados al conflicto mapuche, que se reanudó con violencia desde finales de los años 90. En la madrugada de hoy, en la comuna de San José de la Mariquina (Región de Los Ríos), casi a la altura de de San Martín de los Andes, por el lado chileno, el órgano de resistencia territorial (ORT, como se autodenominan) llamado Weichan Auka Mapu se adjudicó mediante panfletos la acción que afectó a la empresa Sotraser.
El mismo grupo había incendiado 18 camiones la semana pasada y es investigado además en el crimen de un matrimonio que fue quemado vivo el año 2013 en su casa. Por ese caso hay 11 comuneros acusados. El juicio comenzó hace pocos días y reactivó la violencia en el sur de Chile, donde las coordinadoras indígenas validan los incendios, exigen la liberación de los encarcelados y reclaman la devolución de tierras que fueron de sus ancestros y que hoy ocupan empresas forestales, hidroeléctricas y otras industrias.
Bachelet, que hace un mes pidió un perdón histórico en nombre del Estado chileno al pueblo mapuche, ayer dijo: "Vamos a combatir la violencia. No vamos a tolerar que grupos minoritarios, que no valoran el diálogo, echen por tierra el gran esfuerzo que todos los actores están haciendo en el sur para promover el desarrollo y superar la exclusión. Los llamo a todos a persistir en el diálogo".