Los números que Unicef vuelve a recordar hielan la sangre. En la Argentina, el 47,7% de los hogares donde hay chicos está en situación de pobreza por ingresos, una situación que llega a 5,6 millones de niños. A nivel país, el porcentaje es del 29,7% de la población. Cuando se mide la pobreza multidimensional, aquella que perdura en el tiempo, que no fluctúa con los vaivenes de la inflación, llega al 30% de los niños, niñas y adolescentes.

Con la idea de que la Argentina tiene que acelerar los procesos para empezar a medir oficialmente la pobreza multidimensional, el reconocido experto en estadísticas de la pobreza, David Gordon, estuvo en este país para participar en un seminario internacional organizado por Unicef y la Secretaría de Estado de Gestión Pública y Planeamiento del gobierno de la provincia de Tucumán.

"La Argentina es un país relativamente rico. Su compromiso con las Naciones Unidas es erradicar la pobreza extrema y reducir la pobreza multinacional a la mitad en 2030. Creo que la Argentina puede erradicar la pobreza en 20 años si existe la intención política de hacerlo", dice, en diálogo con LA NACION.

En sintonía con la Universidad Católica Argentina, que tiene mediciones de pobreza multidimensional, considera que se deben medir las dimensiones de las necesidades de las personas, como el acceso a los alimentos, a una vivienda digna, a la educación, al agua, a la salud, al trabajo o al juego (depende de la edad), y ahora también el acceso a la información, entre otras posibles privaciones (cada país establece las suyas).

De esta manera se tiene un panorama mucho más rico y acertado que si sólo se mide la pobreza por ingresos, como hace hasta ahora el Indec, aunque hay proyectos para llegar a la multidimensional cuando exista un (difícil) consenso sobre cuáles son las dimensiones a medir. "Los países del mundo han acordado que van a medir la pobreza multidimensional, en el compromiso de bajarla a la mitad en los próximos años", dice Gordon. En el mundo, en general, las noticias son buenas. "El porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema ha bajado. Pero lamentablemente, el promedio puede esconder muchas desigualdades y es cierto también que en muchos lugares ha empeorado".

En particular, alerta sobre el problema mayúsculo de la pobreza infantil, y dice que, además de los efectos nocivos que esto supone para sus vidas y las de sus familias, "la pobreza infantil desde una perspectiva económica es muy costosa para un país, porque los niños se enferman más, tienen menos posibilidades de adquirir los skills necesarios para obtener un buen trabajo y tienen menos oportunidades para aportar a la economía. Los políticos muchas veces hablan del costos de erradicar la pobreza, pero el costo de que continúen siendo pobres es mucho mayor".

¿Por qué medir la pobreza multidimensional? "Una de las razones es porque las personas tienen diferentes necesidades en los distintos estadíos de sus vidas. Las necesidades de un bebé de 6 meses y las de un hombre de 50 años no son las mismas. Este tipo de mediciones, por edad y por género, son más precisas. Esta información es muy valiosa para aquellos que elaboran políticas públicas". También considera muy importante que las personas accedan al mundo moderno, sean parte, estén incluidas.

La igualdad de oportunidades y, sobre todo, la posibilidad de elegir qué es lo que se quiere hacer es medular para el desarrollo integral de las personas. "La pobreza es la imposibilidad de elegir. Una cosa es elegir tener una existencia espartana en un lugar bello, alejado, y otra es estar obligado a hacerlo porque no se puede acceder a la ciudad. En la pobreza multidimensional se considera que la persona es pobre cuando no puede participar plenamente de la sociedad".

En cuanto a la educación, "si se le pregunta a las personas qué quieren para sus hijos, contestan que una escuela de excelencia cerca de su casa. Pero esto también es una ventaja para la sociedad, porque un país como la Argentina tendrá un buen crecimiento económico si tiene una población con muy buena educación y skills (habilidades), es decir, una población que pueda entregar los productos y servicios que el país y el mundo necesitan en el siglo XXI".

Considera también que el hecho de tener un acceso gratuito a la universidad, y que la educación secundaria sea obligatoria son puntos a favor de la capacitación de la población. También recuerda que hoy, los oficios son importantes, son reconocidos y bien pagos.

La igualdad de oportunidades se da a través de la educación, y el experto asegura que si hay intención política y se brindan los recursos e incentivos necesarios, todas las escuelas pueden tener el mismo nivel de excelencia.