¿Cuál es el rol de las bibliotecas populares en la sociedad? ¿Los bibliotecarios saben ser nexo, entre los libros y las nuevas generaciones? ¿Los jóvenes, los adultos leen? ¿La tecnología, es un aliado o un enemigo del hábito de la lectura, del encuentro, del debate? De estas y otras cuestiones, conversó Julieta Núñez con Cronopio.
Julieta Núñez es bibliotecaria de la Escuela Nº 19 "Benjamín Zorrilla" del barrio La Paz. También dicta clases, desde la cátedra de políticas educativas culturales y educación social, de la tecnicatura superior en bibliotecología. Desde su mirada positiva, Julieta sostiene que decir que los jóvenes de hoy, no leen, es un mito. Se vale de su experiencia y así reafirma: "Lo hacen, sí hay interés", pero aclara que está en los adultos, bibliotecarios, docentes, padres, afianzar esas prácticas.
"Las bibliotecas, hoy, tienen retos; uno de ellos es la tecnología. Aún así, siguen funcionando y su existencia es imprescindible: Las bibliotecas populares son el punto de encuentro de los vecinos, el centro de un barrio, a diferencia de una biblioteca escolar que se encuentra dentro de una institución", expresó.
Respecto a estas últimas comentó que "los jóvenes siguen eligiendo libros por sobre todo avance tecnológico" y que el hecho de que exista Google, no reemplaza al interés por leer algo. Sin embargo, reconoce que el bibliotecario debe accionar como un puente entre los niños y los libros, además de enseñarles a usar internet, cómo buscar, cómo investigar. "Tenemos que empezar a mirar como aliada a la tecnología en las bibliotecas, y no como una competencia", dijo.
"En la biblioteca escolar lo que más se llevan son manuales para trabajar en el aula, pero también los niños vienen y eligen literatura infantil, muchos mitos, leyendas, y literatura infantil en general", continuó, y en este marco, para afianzar la lectura como hábito, aconsejó que "el adulto debe ser una guía, compartir con el niño un el libro, un cuento en voz alta".
Punto de encuentro
"Las bibliotecas no son lugares sólo para leer, en silencio. Sirven para jugar, dialogar interactuar con otros. Son puntos de encuentro. Por eso, no deben cerrar; si las bibliotecas están abiertas, la gente va a ir más. Hay muy pocas bibliotecas populares en Formosa, entre cinco y seis en total, en diferentes barrios. La idea es que se abran más, que funcionen como una plaza popular, donde haya libros y se invite al diálogo", reflexionó.
Puentes
Julieta Núñez comunicó que el año que viene se abrirá la carrera superior en bibliotecología, y aprovechó para invitar a la comunidad a "descubrir un nuevo perfil del bibliotecario, que pasó de ser un actor pasivo a un gestor sociocultural y de la información, que intervienen en la sociedad de las manos de las bibliotecas".
La función del bibliotecario es importante para que "ocurra lo mágico". Así describió Julieta lo que sucede cuando las bibliotecas abren sus puertas al pueblo. "Nosotros tendemos puentes, pero si dejamos las puertas cerradas, nunca vamos a lograrlo", concluyó.