El contador Oscar Sosa considera que debe existir una supervisión tripartita sobre el organismo. "Las cifras que tenemos ahora pueden ser manipulables, y las estadísticas públicas deben ser asépticas", advirtió
En diálogo con
La Mañana, el contador Oscar Sosa, importante referente económico local, asesor de empresas y docente universitario, afirmó que el Instituto Nacional de Estadística y Censos debe ser supervisado por un órgano tripartito integrado por representantes de las universidades, las consultoras privadas y el Estado.
"De ese modo, existiría una garantía de que los números son correctos, estables y confiables. Las cifras que tenemos ahora pueden ser manipulables, y las estadísticas públicas deben ser asépticas", aseguró.
Medios nacionales informaron que el índice de Desocupación bajó al 8,7% en el segundo trimestre del año, según el informe del INDEC. El resultado muestra un descenso de 6 puntos base por debajo del nivel que alcanzó en igual período del año pasado. Al término del segundo trimestre del año, la desocupación era del 9,3%. Es la primera comparación interanual que registra la medición desde que se normalizó el organismo.
"Fue una buena medida hacer que el INDEC empiece a funcionar. Pero por la época que estamos atravesando, yo le pondría un condimento más: una supervisión. Si bien es cierto que se hacen estadísticas, las efectúa el Gobierno. Al no existir esa auditoría, no puedo decir si los guarismos son creíbles o no. Para asegurar que los números no sean manipulados, debería existir algún tipo de verificación", explicó Sosa a este Diario.
"Es como si un médico midiera la presión, pero sin supervisar el funcionamiento del tensiómetro. Y todos sabemos que ese aparato tiene que ser periódicamente controlado. Aunque no haya grandes diferencias entre el Indice Congreso y el INDEC, las desigualdades mínimas ya pueden alterar una tendencia. Pequeñas exactitudes en el tiempo hacen una gran diferencia. Un 0,2% mensual puede producir alteraciones muy grandes. Todavía existen relevamientos que se efectúan por fuera del Instituto, lo cual quiere decir que no hay confianza plena en esos números", agregó.
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