Hace ocho meses que viven su sueño y no tienen la más mínima intención de despertarse, aun cuando como en estos días en los que tuvieron la posibilidad de regresar a Formosa por un corto tiempo para reencontrarse con la familia y los amigos, con la idea de recargar energías que nada mal les vino, toda vez que ayer por la tarde ya emprendieron nuevamente el viaje de regreso para volver a lo que más les gusta.
Facundo Machuca y Mauro Paredez son chicos que, como todos, mostraron un día su talento y los tuvieron en cuenta. De categoría 2004, fue el director técnico Galo Mareco quien en su momento les mostró los primeros pasos en este deporte, quien dio aviso de que andaban por la ciudad y así el encuentro se hizo posible.
"Comencé jugando de lateral derecho, después me encontraron el puesto de primer marcador central, fui aprendiendo muchas cosas y gracias a Galo hoy estoy en Quilmes", dijo Machuca de entrada, como para no olvidarse de sus orígenes y bien que lo hace.
No muy diferente es la situación de Paredez, aunque en su caso se desenvuelve como delantero, si bien de los dos es el que menos habla, toda vez que prefiere hacerlo en la cancha y a veces eso no está nada mal.
A la cita no podía faltar Mareco, quien se mostró muy feliz por la visita de los chicos y hasta se encargó de responder por Paredez para decir que "aparte de goleador, es también asistidor, y en el caso de Facundo fue creciendo y ahora es el capitán, lo que no es poco en el poco tiempo que lleva en el club, así que doble mérito para él ya que para eso antes se tuvo que ganar el puesto".
Más adelante el entrenador comentó que "en noviembre vuelvo a ir a Quilmes con seis chicos de la escuela y la verdad que me siento más que satisfecho porque están haciendo una buena campaña, están jugando y saben perfectamente todo lo que cuesta para llegar, es un trabajo diario, más teniendo en cuenta que se van, están en la pensión del club y extrañan".
Para que estos chicos tengan la posibilidad de vestir hoy la camiseta del mencionado club, hubo entrenadores que durante sus visitas a Formosa los ficharon y tras superar algunos filtros tuvieron la suerte de quedarse.
Para Facundo, lo más complicado al comienzo fue la adaptación. "Para mí era difícil estar en una ciudad grande pero me fui adaptando poco a poco, con la ayuda de los que tienen más años en la pensión", comentó, sin pasar por alto que reparte su tiempo entre los entrenamientos y el estudio, algo primordial.
Mientras que en el caso de Mauro, la cuestión no fue muy diferente al principio, toda vez que ayudó "la charla con los más grandes"; al tiempo que ambos dijeron que en todo momento tuvieron el aval de sus padres para poder dar este paso.
Al mismo tiempo, Facundo dijo que su intención pasa por "mejorar cada día y si tengo una oportunidad, llegar a Primera", aunque claro que sabe que todo se logra con esfuerzo y dedicación, más en este caso donde la competencia interna es bastante -en la pensión del club conviven 30 chicos-, pero al mismo tiempo muy sana.
Mucho de la parte física como de la parte táctica forman parte de su rutina en los entrenamientos y luego buscan volcar lo mejor que saben hacer cada fin de semana cuando hay que ir por los puntos. En poco tiempo dejaron en claro que tienen motivos para ilusionarse y está claro que de seguir mejorando, las oportunidades llegarán solas. Será cuestión de saber aprovechar cada ocasión para crecer en todo sentido.