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Mi manera de ver las cosas

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a Bernardoresponde@gmail.com



Muchas personas acostumbran decir: "Yo soy así y punto". Se trata de un pensamiento absolutista que nos cierra toda posibilidad de cambio. Lo cierto es que las mismas circunstancias pueden verse desde puntos de vista distintos, desde perspectivas diferentes. Incluso una misma persona puede verlas de otra manera a medida que pasa el tiempo y madura. Mientras algunos, frente a un hecho negativo, se deprimen y lo ven desde la perspectiva del error o del fracaso, otros eligen verlo como una oportunidad para aprender y crecer. Quien elige esta segunda actitud sabe que de cualquier situación se puede extraer algo bueno, que en cualquier lugar y en cualquier momento hay oportunidades para todos.

Aquel que tiene una visión negativa suele esperar ayuda de los demás para salir de la situación en la que se encuentra (actitud pasiva); mientras que aquel que tiene una visión positiva es capaz de ver oportunidades donde otros ven problemas y no espera que otros hagan algo por él, sino que se mueve sin que se lo pidan (actitud proactiva).

¿Sabías que el autor de El señor de los anillos, J. R. R. Tolkien, descubrió su pasión por los mundos fantásticos a temprana edad cuando fue picado por una tarántula que puso en peligro su vida? Mientras se reponía de la picadura, ese niño ocupó su tiempo leyendo una enciclopedia sobre criaturas mitológicas que, tiempo después, lo inspiraron para crear su inmenso universo literario.

Para el que elige ver el lado positivo de la vida, puede haber algo bueno en cualquier momento y en cualquier lugar.


Mucha gente se frustra ante la menor dificultad. El pensamiento predominante aquí es que no se puede hacer nada para transformar las circunstancias. La frustración es sinónimo de una piedra en el camino. La persona quiere llegar a una meta determinada y durante el recorrido aparece un obstáculo. Como resultado, surge en ella la frustración.

Todos nos encontramos alguna vez una piedra en el camino: una persona que nos dice que no, un rechazo a nivel sentimental, un examen fallido, un embotellamiento en plena avenida, una enfermedad, etc. Pero todos también tenemos la libertad de elegir cómo vamos a reaccionar: si vamos a patear la piedra y a enojarnos con nosotros, con el otro y con la vida preguntándonos: "¿Por qué a mí?"; o vamos a caminar sobre la piedra y a seguir adelante.

Todos los seres humanos tenemos un determinado nivel de tolerancia a la frustración. ¿Conocés el tuyo? ¿Sos de los que hallan una piedrita en el camino y se retiran? ¿O de los que dan con cientos de piedras e igual siguen caminando? Este nivel de tolerancia tiene que ver con el nivel de fortaleza interna. Cuanto más baja es la fortaleza interna, menor es la tolerancia a la frustración y viceversa.

Es posible, desde el libre albedrío, cambiar nuestra perspectiva y nuestra reacción ante todo lo que sucede. Las crisis no son tu destino, sino solamente una estación más. ¿Cuáles son tus expectativas para tu presente y tu futuro? ¡Elegí esperar siempre lo mejor! 


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