La presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, canceló este lunes una reunión prevista para el martes ya que la cámara regional "se ha disuelto", acatando de esta manera la orden de Madrid tras la aplicación del artículo 155 y mientras se esperaba la reacción del destituido gobierno local.
A primera hora de este lunes el encuentro ordinario de la Mesa, celebrado cada martes, estaba aún programado y había preocupación con respecto a si el "Parlament" aceptaría su disolución o se declararía en rebeldía.
Pero su suspensión trajo tranquilidad a Madrid ya que significa que Forcadell ha acatado la orden a la espera de las elecciones pautadas para el 21 de diciembre, según señalaron fuentes parlamentarias al periódico catalán La Vanguardia.
Forcadell junto a otros parlamentarios en una reunión tras la disolución del órgano legislativo
La noticia llega mientras el gobierno español de Mariano Rajoy se prepara para tomar el control de la región tras la proclamación de la independencia el jueves por parte del presidente Carles Puigdemont, considerada ilegal y tras lo cual el mandatario y su gabinete fueron destituidos.
Forcadell seguirá siendo presidenta del Parlamento hasta el día de las elecciones y puede convocar a reuniones de la Mesa de la Diputación Permanente, organismo que "vela por los poderes de la cámara" cuando ésta se ha disuelto.
Se trata de un pleno reducido a 23 diputados, en lugar de los habituales 135, designados en proporción a la representación actual de la cámara y que seguirán en funciones extraordinariamente. Los restantes legisladores fueron destituidos tras la aplicación del artículo 155 por parte de Madrid.
La presidenta del Parlament llegó a su despacho este lunes y publicó en redes sociales el mensaje "seguimos trabajando", en un contexto de tensión mientras los Mossos d'Esquadra custodiaban los edificios gubernamentales a la espera de que los funcionarios destituidos retiraran sus efectos personales o por el contrario se declararan en rebeldía.