Estudiantes del colegio privados Espacios llevaron esta semana dos sillas de ruedas para donarlas a la Escuela Especial Nº 16 de Palo Santo, donación que gestionaron como institución educativa ante la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina - ACARA - que tiene su nexo en Formosa en la concesionaria Lorena Automotores.
La Escuela de Palo Santo asistió a la obra de teatro "Sentirás" que se presentó en septiembre e invitaron a los chicos al tradicional desfile de carrozas que se realiza como cierre del mes de la inclusión. "Charlando nos comentaron que una de las necesidades que tiene la escuela especial era que necesitaban una silla de ruedas y como institución educativa decidimos realizar la gestión. Rubén Beato y su hijo Sebastián nos consiguieron las dos sillas de rueda", explicó el director del Espacios, Roberto Cuellar.
"Vemos que el proyecto sigue creciendo y es mucho más amplio. Esta es la parte solidaria, el eje principal del proyecto, ver cómo colaborar con los otros", aseguraron.
"TE SENTIS BIEN"
Nadie pensó (o quizás sí) que el trabajo conjunto que inició hace un año gestaría una obra teatral que sienta y movilice tantos sentimientos, que roce la trascendencia.
Ludmila, Marianela, Abril Josefina, Leila, María Lujan, Fabricio, Brenda, Elías, Jonathan y Sebastián son estudiantes del colegio Espacios y si bien hablan poco, quizás por la timidez de la prensa, se les nota que trabajar en "Sentirás" los cambió y valoran lo aprendido.
"Estar en la obra fue muy lindo. Compartir con ellos y actuar con ellos. Te sentís bien. Yo me sentí bien". "Se sentía el cariño de ellos para con nosotros". "Mi familia lloró todo. Mi familia también, decían que fue muy bonito". "Nos sirvió para sentir como ellos, saber cómo es su vida, lo difícil que es adaptarse". "Aprendíamos más de ellos que ellos de nosotros. Queremos volver a trabajar con ellos". "Los días martes queríamos ir, nos acostumbramos, merendábamos juntos. Jugábamos, se generó un vínculo", fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron.
Cierra el mes de la inclusión y este sería el broche. Un proyecto que fue uno antes de la obra y otro mucho más humano (si es posible), después de la obra. Transformados por lo que fueron viviendo, ellos dicen: "Cambio un poco como se veían las cosas antes de esto. No sabía de todas las dificultades que tenían ellos para adaptarse. Empecé a valorar algunas cosas que antes no hacía. El de poder caminar, por ejemplo. Ellos dependen de un aparato, no le prestaba atención a eso. También tomás conciencia de otras dificultades que poseen como ver, hablar, expresarse, y decir lo que quieren".