CLORINDA (de n/agencia) - Tras el desalojo del lunes en una finca del barrio 1° de Mayo, una mujer resiste prácticamente en la intemperie junto a sus hijos y nietos, porque asegura que no tiene adónde mudarse con sus pertenencias.
Este viernes, los vecinos le prestaron auxilio, ya que el temporal expuso a los ocho menores a una condición de peligro.
La mujer que fue desalojada por una dotación de unos 50 hombres es María Dolores Britez, de 42 años, quien dijo habitar ese lugar "abandonado", desde hacía tres años, hasta que fue notificada de la orden judicial de desalojo.
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