En diálogo con La Mañana, el Dr. Mario Romero Bruno, a cargo de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Desarrollo Humano, pidió a la comunidad "tomar conciencia y mantenerse alerta" para prevenir el dengue y advirtió una situación que atenta con la lucha contra el vector: entre el 30 y 40 por ciento de los vecinos de la ciudad no permite el ingreso de los brigadistas a los domicilios a realizar tareas de prevención y descacharrado.
"Es importante intensificar las mediadas de prevención para evitar, en esta temporada, las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, zika y chikungunya, y la reproducción del Aedes aegypti", sostuvo el funcionario de salud y advirtió que el estado de alerta debe ser permanente: "Si bien hemos tenido durante el año un período de respiro, donde han bajado las temperaturas, no debemos bajar la guardia ya que la ubicación geográfica y las condiciones en que vivimos en la provincia son propicias para el desarrollo del vector: en primer lugar, por la altura, estamos a menos de 1.100 metros de donde se desarrolla el mosquito, y además por las condiciones climáticas", contextualizó.
En cuanto a los controles realizados desde el Ministerio, dijo que en ningún momento han cesado, pero que es importante que los vecinos colaboren, como ciudadanos, en el autocuidado. "Se vienen realizando visitas domiciliarias por parte de los brigadistas y promotores sanitarios para informar a las personas y ayudarlos a tomar conciencia; se inspeccionan las casas y se les muestra los lugares propicios para la acumulación de agua. Además, en paralelo, hay 10 vehículos recorriendo continuamente toda la ciudad y fumigando cada barrio dos veces por semana, ya que cada tres días repiten el recorrido", detalló el Dr. Mario Romero Bruno.
En este contexto, el funcionario argumentó que "el trabajo, que involucra mucho esfuerzo, quedaría en la nada si la gente no toma real conciencia". Aquí se lamentó porque tras tantos años de prevención y de circulación de la información sobre los cuidados, la respuesta de los ciudadanos es escasa. En este marco, dijo que existen "barrios difíciles", donde las personas no permiten que se realice el trabajo en su domicilio.
Indices
"Entre el 30% y 40% de las viviendas de la ciudad, sus propietarios no permiten el ingreso de los inspectores, que lo único que hacen es ir a ayudar. Esto es preocupante ya que impiden conocer si son zonas infectadas o no. Para nosotros, todas las viviendas son positivas hasta que se demuestre lo contrario. Y en ese caso, no podemos demostrarlo", manifestó el jefe de Epidemiología. En este sentido, aseguró que suele tratarse de los barrios más céntricos: San Francisco, San Miguel, Obrero, Villa Lourdes y Don Bosco, por nombrar algunos.
Preocupado por el número, el médico desafió: "Con una cifra del 5% de viviendas positivas, que están cerradas o son renuentes, ya estaríamos ante una situación crítica, imaginemos el riesgo de un 30%". Aunque por otro lado, se mostró positivo: "Afortunadamente, estamos mejor en los índices, según nuestro relevamiento continuo, en las zonas más periféricas. En el Circuito Cinco, por ejemplo, vimos un cambio de conciencia por parte de la gente".
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