CLORINDA (de n/agencia) - "Hemos visto cómo la feligresía abre las puertas de su hogar y de su corazón a nuestra Madre la Virgen María, así como ella, de muy jovencita se abrió al llamado del Señor Dios", dijo en un tramo de su homilía el padre Lucio Rizzi, en el oficio central que cerró la festividad de la Inmaculada Concepción de María en la ciudad de Clorinda.
La procesión, seguida por una impresionante multitud, recorrió gran parte del complejo habitacional, encabezada por los celebrantes y de blancos atuendos, los pequeños de la Primera Comunión.
A su paso, la procesión se detuvo ante decenas de altares erigidos frente a los hogares de los devotos, que además adornaron con banderines todo el recorrido de la venerada imagen de la Virgen María, acompañada de San Juan Bautista, patrono de la parroquia.
En el acompañamiento, participaron efectivos de la Prefectura Pilcomayo y del Escuadrón 16 Clorinda de Gendarmería, que portaron las imágenes en gran parte de la procesión.
Ya en el oficio central y ante una multitud, el padre Lucio Rizzi instó a la feligresía a tener la misma humildad que tuvo la Virgen María, al aceptar a Dios cuando fue elegida para llevar en su vientre al Redentor del mundo.