El enseñar se convierte en un arte cuando los maestros son capaces de reconocer a sus estudiantes como seres humanos y son vistos dentro de la comunidad como personas que influyen en el futuro.
En una institución educativa ubicada en el corazón del Circuito Cinco, centro de noticias de todo tipo, se formó una comunidad educativa que evolucionó junto a sus alumnos y que en la actualidad es inclusiva para padres, deseosos de aprender. Los docentes aportan su ciencia sin pedir pago a cambio sino por el deseo de contribuir a la sociedad.
Una comunidad de aprendizaje es un proyecto centrado en la transformación educativa que empieza en la escuela e integra todo lo que está a su alrededor. Historias de Vida de esta semana no cuenta sobre una persona en particular, sino de toda una institución educativa: la Escuela Provincial de Educación Técnica (EPET) N° 7 "Vicente Arcadio Salemi".
Está ubicada en Pte. Raúl Alfonsín (ex Vicegobernador Villaggi) y Calle Pública s/n°, del barrio Eva Perón.
Sus inicios datan de 2007, año en que nació como Escuela Provincial de Educación Secundaria Nº 75 pero que el clamor de los vecinos de la zona por una escuela técnica fue tan fuerte, que fue escuchado por las autoridades provinciales. Como consecuencia, de escuela común se convirtió en técnica en menos de un año.
"El gobernador respondió a la inquietud de los vecinos y en un operativo solidario anunció la creación de la EPET Nº 7. Desde el 2008 iniciamos esta escuela técnica que fue un desafío para todos los docentes que empezamos trabajando en una escuela común", comentó la directora Mirian Juárez.
La propia comunidad marcó la necesidad de la formación en oficio y el nacimiento de la escuela técnica significó una oferta que en la práctica hizo posible recuperar muchos alumnos que por diversas razones ya habían dejado el sistema educativo.
En los primeros años tuvieron muchos alumnos con sobreedad, alumnos que habían desertado y que volvieron. Despertaron no sólo el interés de estudiantes que habían dejado el colegio sino también de los padres, deseosos de aprender conocimientos para incorporar a su actividad laboral.
Los inicios fueron difíciles porque hubo que trabajar mucho en lo que hace a la disciplina de los alumnos; sin embargo, hoy es una escuela con niños respetuosos y de buena conducta. La escuela ocupa para algunos alumnos el lugar de la familia porque pasan mucho tiempo dentro de la institución educativa. "Trabajamos mucho el sentido de pertenencia e inculcamos el cuidado y la limpieza del establecimiento porque es nuestro", señaló.
Al recorrer la escuela, caminar por sus pasillos, galería o ver a los alumnos trabajando en el taller al aire libre se evidencia que los directivos, docentes y estudiantes convirtieron esa casa de estudio en un lugar de trabajo, que educa y dignifica.
La escuela tiene más de 1.100 alumnos de los diferentes barrios del Circuito Cinco, que cursan de Primero a Séptimo Año y asisten a los talleres en contraturno. El cursado por la mañana se da de 7.30 a 12.20 y por la tarde de 14 a 18. Los alumnos que asisten a las clases áulicas a la mañana tienen taller por la tarde y viceversa.
Son dos días intensivos de taller, el tercero para educación física y los otros días restantes son dedicados a las clases de apoyo.
Además esta institución cuenta con un gabinete psicopedagógico integrado por el orientador escolar y una licenciada en trabajo social. Cuando los alumnos comienzan a faltar, los integrantes del equipo llegan hasta la casa de los estudiantes para interiorizarse sobre los motivos de la ausencia.
?NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA DEL LUNES 11/12