El fin de una era, temida por muchos, llegó: Estados Unidos puso fin a la neutralidad de la red. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó el plan para terminar con la normativa que que garantizaba igual conectividad para todos los usuarios.
La mayoría republicana en la institución reguladora votó hoy a favor de la nueva regla que deroga el principio de "neutralidad de la red", que establecía a Internet como un servicio público de libre e igual acceso.
La Comisión tomó la decisión por tres votos a favor y dos en contra -los demócratas- de poner fin a la regulación que impulsó en 2014 el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, y que luego se aprobó en 2015. La medida también había aprobado que la banda ancha sea un servicio básico, como el agua o la luz, y prohibía que las empresas limiten el servicio.
Con este cambio, los grandes proveedores de Internet podrán, literalmente, hacer lo que quieran: un abono básico para algunos servicios; otro especial para escuchar música; otro para ver películas o series; y otro más para usar redes sociales o hacer videollamadas.
Ellos, los grandes monopolios, podrán dictaminar el ancho de banda que le dan para cada producto a sus clientes, lo que beneficia, obviamente, a los dueños de determinados productos. ¿Para qué vas a dejar que funcione bien Netflix si tenés otro servicio de video que querés imponer? Ese tipo de cosas eran evitadas por la neutralidad de la red.
Aunque la ley es para Estados Unidos, es el país que controla la mayoría de las plataformas Online, por lo que los cambios que se vivan allá probablemente se repliquen en el resto del mundo.