Un centro de distribución y venta de estupefacientes que operaba en el barrio Obrero de esta capital fue desbaratado ayer al mediodía por la Justicia de Narcocrimen de la provincia, durante un allanamiento llevado a cabo por la Policía que concluyó con el secuestro de 52 fracciones de marihuana listas para la comercialización, una balanza electrónica y otras evidencias, además de la detención de una pareja que residía en la vivienda requisada.
El procedimiento tuvo como escenario una casa situada en avenida Antártida Argentina al 1400 del referido barrio capitalino, donde una pareja, conformada por un hombre de 39 años y una mujer de 34, explotaba un pequeño kiosco que hacía las veces de "pantalla", ya que en simultáneo, en ese mismo lugar habrían estado vendiendo estupefacientes a personas que concurrían asiduamente haciéndose pasar por clientes del comercio.
La investigación del caso estuvo dirigida por el juez contra el Narcocrimen, doctor José Luis Molina, quien ayer dispuso el allanamiento de la casa que estaba bajo sospecha y venía siendo observada desde hacía varios días.
En este contexto, policías de la Dirección de Drogas Peligrosas desarrollaron minuciosas pesquisas en torno a la presunta actividad ilegal que se desarrollaba en este inmueble. Detrás de este cometido, los policías realizaron en las últimas semanas tareas de filmación y procedieron al arresto de potenciales clientes del comercio que funcionaba como boca de expendio de estupefacientes al menudeo.
Con suficientes evidencias y elementos probatorios, ayer en horas del mediodía procedieron a la requisa domiciliaria ordenada por el magistrado, en el marco de un amplio despliegue a cargo de policías de Drogas Peligrosas que contaron con el apoyo de efectivos del Destacamento de Desplazamiento Rápido de la Policía provincial.
El allanamiento dejó un saldo altamente positivo, porque dentro del inmueble encontraron 52 fracciones de marihuana listas para ser vendidas, que totalizaron 252 gramos, más de dos mil pesos en efectivo, tres cuchillos, una balanza electrónica, tres pendrives, 5 chips, 5 tarjetas de memoria y 8 paquetes de papel engomado usado habitualmente para fraccionar la droga.
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