Las tareas, que comenzaron al mediodía del lunes y finalizaron en la tarde-noche, consistieron en remover hierros y escombros retorcidos que quedaron como consecuencia de la caída de la estructura del techo de la capilla.
Equipos de la Municipalidad de Clorinda se hicieron presentes con funcionarios del Poder Ejecutivo, y acompañados del padre Lucio Ricci, iniciaron las tareas necesarias para liberar el espacio físico, tarea delicada y compleja porque se desconocía si aún podían seguir cayendo pedazos de yeso del cielorraso o la misma estructura de vigas que se dobló.
Una cuadrilla completa de personas con camiones, retroexcavadora, minicargador, carro elevador y elementos de corte comenzó a trabajar en el lugar para dejar en las mejores condiciones posibles el sitio, trasladando todos los escombros y estructuras que ya no sirven.