"Las comisiones que perciben las tarjetas son superiores a lo que se cobra en el resto del mundo. El Estado tendría que aportar el 50% del costo de la tarjeta, porque los expendedores recaudamos gravámenes para el sector público. Es ridículo e injusto pagar ciertas cargas cuando uno está recaudando tributos. Los gobiernos nacional, provincial y municipal se 'prenden' de las ventas que realizamos", manifestó Bigatti a este diario.

A continuación, Bigatti indicó que las entidades bancarias, además de cobrar comisiones elevadas, a su vez "se benefician" con el artículo 1° de la Ley N° 25.345, donde se establece de que los pagos totales o parciales que sean superiores a los mil pesos o su equivalente en moneda extranjera deben realizarse a través de un depósito en una entidad financiera, o por medio de un giro o transferencia bancaria. "Con esta medida, que data de 2001, los Bancos ganan mucho dinero. Esa medida debe ser modificada, porque se fijó con el fin de incentivar la utilización de los plásticos, y que se use menos efectivo. El que pierde poder es el Estado nacional. Se trató de una idea de Domingo Cavallo", opinó.

"Por esta norma, muchas personas se acercan a las estaciones y solicitan que les emitan varios tickets, con el fin de que ninguno supere los mil pesos. Pero ahora estamos en el 2018 y la inflación subió mucho. La tarjeta de crédito no es un problema, es una solución. Pero los Bancos apuntan a que la mayoría utilice los plásticos y que de ese modo no se note cómo entidades bancarias crean dinero, porque los billetes pasan a ser dinero bancario", especificó.

Rentas

Por otro lado, el contador señaló que varios expendedores tienen gran parte de su capital operativo en manos de Rentas de Formosa, en concepto de saldo a favor que la entidad pública demora en devolver a los surtidores. "Se decidieron paliativos para este tema, pero no soluciones", acotó. 

"La Dirección de Rentas cobra sumas elevadas en concepto de retención. De este modo, tenemos cifras altas de dinero como saldo a favor, que tardan en restituir. Es una situación que todavía no se corrige del todo", agregó.

"El Estado provincial no asume la responsabilidad de devolver todo el dinero y pedir disculpas por haber entorpecido la actividad de las estaciones por una desafortunada decisión de la Dirección de Rentas", aseveró Bigatti.

El empresario denunció que la tarjeta de crédito fue "'la gota que colmó el vaso', pero no es el único problema. Tenemos un abuso de posición dominante del sector financiero, del Estado provincial y de la Municipalidad, que transformó una tasa retributiva de servicios en un impuesto: hizo que los ingresos sean el monto imponible. Es un inconveniente mayúsculo. Y más de tres mil estaciones de servicio cerraron en el país durante la última década, debido a las malas políticas económicas".

"La capacidad del contribuyente es esencial en una política tributaria. Es lo primero que se estudia en materia impositiva. Nuestro país cobra las tasas más elevadas del mundo. Y por los gravámenes nacionales, provinciales y municipales, los clientes de las estaciones de servicio de Formosa pagan los combustibles más caros del país, que a su vez encarecen las mercaderías. Asimismo, por un alimento básico, una persona paga el 21% del Impuesto al Valor Agregado, junto con Ingresos Brutos y hasta una tasa municipal, haciendo que la carga impositiva en un producto sea del 25%", expresó el contador.

Beneficios

Medios nacionales informaron que las promociones bancarias, la necesidad de financiamiento y las vacaciones de verano potenciaron la utilización de tarjetas en las estaciones de servicio, al punto que una de cada tres cargas de combustible se realiza de ese modo en el país, según asegura Oscar Díaz, secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA).

?Nota completa en nuestra edición del 13/1/18