Al menos 63 personas han muerto y 151 resultaron heridas tras una explosión registrada hoy en la Plaza Sadarat, en el centro de Kabul, informó una fuente gubernamental.
"El último balance que tenemos es de 63 muertos y 151 heridos. Podría evolucionar porque algunos heridos hospitalizados están en estado crítico", advirtió Baryalai Hilali, director de comunicación del gobierno.
Según varios testigos, la explosión se produjo en el barrio que alberga las oficinas del ministerio del Interior y las de la Unión Europea (UE). Asimismo, el ministerio informó que la masacre fue causada por una "ambulancia bomba" poco antes de las 13:00 (08:30 GMT).
"El terrorista suicida usó una ambulancia para pasar por los puestos de control. Pasó por el primer puesto de control diciendo que llevaba a un paciente al hospital de Jamuriate y en el segundo fue reconocido y voló su auto cargado de explosivos", dijo a AFP el portavoz adjunto del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.
Los talibanes reivindicaron el atentado en un mensaje en la red social Telegram en el que afirmaron que "un mártir mediante con coche bomba alcanzó el primer punto de control cerca del Ministerio del Interior".
El portavoz del grupo Zabihullah Mujahid aseguró que en el momento de la explosión había una gran concentración de policías en la zona.
El atentado se produce en medio de una espiral ascendente de ataques terroristas contra objetivos civiles por parte de talibanes y del Estado Islámico en los últimos días.
El pasado fin de semana más de una veintena de personas murieron en el Hotel Intercontinental de Kabul durante un asalto perpetrado por seis atacantes que mantuvieron un enfrentamiento con las tropas de seguridad durante doce horas.
El miércoles un ataque de Isis contra la sede de Save the Children en Jalalabad (este) acabó con la muerte de cuatro empleados de la organización no gubernamental, un transeúnte y un miembro de las fuerzas de seguridad, así como de los cinco terroristas.
Aunque en los primeros nueve meses del año pasado el cómputo de víctimas civiles por el conflicto descendió en un 6 %, la primera vez que se producía un retroceso desde 2012, las cifras fueron de 2.640 muertos y 5.379 heridos, todavía "niveles altos", según la ONU.