Madrid.- La tensa jornada en Cataluña comienza con dos certezas. Una, que no ha venido el ex presidente regional prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, cuyo eventual retorno desde su refugio de Bruselas era una de las dudas del día.
La otra cuestión es que la crisis de gobierno en la próspera región entra en una impasse incierta ante la decisión del presidente del parlamento regional, Roger Torrent, de aplazar "sin fecha" la sesión de investidura prevista para esta tarde.
La decisión del joven legislador significó una bocanada de oxigeno para el gobierno central de Mariano Rajoy . "Dentro de la ley todo, fuera de ella, nada", se indicó desde La Moncloa, en aplauso a la decisión del presidente del Parlament.
"Con esta decisión y el aplazamiento de la sesión de investidura se ha evitado una burla a toda la democracia", hizo saber La Moncloa.
Torrent, sin embargo, aclaró que la intención es nominar como presidente "a ningún otro candidato que no sea Puigdemont ". Pero lo cierto es que, por ahora, la decisión fue no salirse del marco legal y no forzar una investidura "en ausencia".
La decisión de Torrent lo convierte en uno de los personajes clave de la jornada.
Hasta que se conoció la medida, España estaba en vilo ante la incertidumbre reinante sobre el futuro del gobierno regional. En las últimas horas, Puigdemont había publicado fotografías en las que sugería un posible retorno al país.
El ex presidente es buscado por la justicia española y podría ser detenido apenas cruce la frontera e ingrese en territorio español.
Se abre ahora una impasse en la crisis, en busca de posibles soluciones.
Los partidos independentistas tienen mayoría de votos para investir al destituido ex presidente. Pero para ello debía hacerse presente en el hemiciclo del Parlamento regional. Pero era difícil que ingresara en territorio español sin ser detectado y detenido.
Por: Silvia Pisani