Ésta fue la primera pero no la única boda de este tipo. Susanne Tarkowski se casó con James Fennel Tempelhof en marzo de 2016, en la Embajada del Bitcoin que se encuentra en Amsterdam. Así se llama a ese espacio donde entusiastas de la criptomoneda se reúnen para militar por el crecimiento esta plataforma.

Tarkowski es una publicista que creó, hace cuatro años, Bitnation, la primera nación virtual, descentralizada y sin fronteras basada en la blockchain. Para ser parte de ella sólo hay que aceptar su constitución que está codificada en Ehtereum.

Esta cibernación ya registró títulos de propiedad, certificados de boda y de nacimiento.

Para Tempelhof, blockchain no es sólo una manera de registrar documentos seguros, es la posibilidad de tener una sociedad y economía totalmente globalizada donde el concepto de nación estado resulta totalmente obsoleto.

Una de las bodas más famosas fue la del desarrollador Gaurang Torvekar y la diseñadora Sayalee Kaluskar, en 2016. Ellos registraron un acuerdo prenupcial en la plataforma Attores, creada por Torvekar, que se basa en Ethereum.

Allí dejaron establecidas algunas cuestiones para evitar conflictos maritales. Y lo hicieron con una buena cuota de humor. Dejaron registrado en la blockchain que ella vería Walking dead con el marido luego de que él viera todas las temporadas de la serie Seinfeld.

También estipularon condiciones sobre las actividades domésticas, las citas, entre otras cuestiones. Todo quedó grabado a fuego en la red de bloques y no podrá ser alterado nunca. Ésa es la base misma de la red de bloques. Cualquier modificación despierta una alerta en el sistema. Es que cada nodo actúa como un notario que avala y certifica lo establecido en la red.

Oles Slobodenyuk e Irina Dukhnovskaya también registraron su matrimonio utilizando un estilo high tech. Fue el 16 de julio de 2016. Los novios usaron la blockchain para guardar su certificado de boda, la lista de testigos y también los votos matrimoniales.

Para eso recurrieron a un sitio llamado Cryptograffiti, que permite registrar, codificar y decodificar los mensajes registrados en la red de bloques.

No todo son bitcoins

Esta transparencia, trazabilidad e imposibilidad para hacer cambios que pasan desapercibidos hizo que la blockchain se comience a usar para registrar y certificar acuerdos, contratos, documentación y certificados de todo tipo: desde actas de matrimonios y defunción hasta títulos universitario. Ésta es la esencia de los contratos inteligentes o smart contracts.

Esta tecnología va más allá de las crisis que puedan experimentar los bitcoins. No se sabe si el bitcoin es una burbuja pronto a explotar o apenas parte de un vaivén inherente a este sistema que hoy miran de reojo los grandes inversores.

Si bien en los últimos días fue noticia que cuatro bancos decidieron prohibir ciertas operaciones con bitcoins, por otra parte, son más de ochenta las entidades financieras que forman parte de Consorcio R3, y que están apostando al blockchain.

La de bloques es una tecnología para avalar o notarizar procesos. Y ese sistema, más allá del futuro de las criptomonedas, parece haber llegado para quedarse.