La familia de Facundo Burgos, el nene de 12 años asesinado por la policía en Tucumán, no tiene respiro. Según denunciaron, tras el sepelio hecho el viernes por la noche hubo un apriete de la fuerza en el barrio en el que viven.
De acuerdo con lo que revelaron, la policía tucumana realizó un "operativo de saturación" en el barrio Juan XXIII, mejor conocido como La Bombilla. El saldo fue de varios detenidos y los vecinos hablar de un apriete.
Fue así que el viernes por la noche La Bombilla fue alumbrado por el reflector de un helicóptero y ocupado por decenas de móviles policiales que cercaron un perímetro de varias cuadras.
Según consigna Página 12 Hilda, una de las tías de Facundo, se encontraba en el hospital porque una de sus hijas había dado a luz cuando le dijeron por teléfono: "No vengas porque está haciendo tiros la policía y han llevado a un montón".
Quien amplió el relato fue Malvina, que además de ser tía es la madrina de la víctima. La mujer contó que sobre la avenida Italia "los vehículos y los colectivos no pasaban porque ellos estaban haciendo disparos al aire".
Es así que la familia anunció una marcha para este lunes se movilizarán junto a amigos y vecinos hacia los tribunales. "Qué justicia podemos esperar si hacían eso y se llevaban preso a cualquiera que pasaba", apuntó Malvina sobre el operativo de intimidación.
Sin embargo el procedimiento del viernes no fue el único método de presión. Romina, mamá de Facundo, habló en varios noticieros y luego contó que "un policía le dijo desde un patrullero: 'La próxima bala va para tu otro hijo', y se le rió".