El contador José Tomás Delpino consideró que los nuevos impuestos al dióxido de carbono y a los combustibles líquidos, que entraron en vigencia a principios de este mes, no aumentarían el precio de los productos. El motivo es que no se trata de un gravamen que se agrega, sino que reemplaza a otros que estaban en vigencia.
En diálogo con La Mañana, el profesional explicó que esto forma parte de la reforma fiscal, y, en principio, la intención era descomprimir la complejidad de cálculos de los impuestos que gravan la comercialización de los combustibles.
"Prácticamente, se sustituye el impuesto a las naftas, al fondo hídrico, a la infraestructura, la tasa vial y el impuesto al gasoil. De cuatro o cinco impuestos que estaban vigentes, y con un cálculo porcentual sobre los valores de comercialización, se establece una modalidad de un monto fijo que se actualizará trimestralmente de acuerdo a la variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC)", detalló.
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