¿Sos de aburrirte? El aburrimiento es una emoción que surge en nosotros cuando nos quedamos atascados por mucho tiempo en lo mismo y no accionamos para modificar esa situación. Todos nos aburrimos de vez en cuando pero aburrirse de manera habitual es una señal de que no estamos mejorando.

El mejor antídoto contra el aburrimiento es desarrollar la capacidad de inventar, de innovar, de mejorar. En cualquier área de nuestra vida, incorporar algo nuevo es lo que nos mantiene plenos y felices. Imaginate qué aburrido sería que en todos los restaurantes del mundo sirvieran una misma carta con los mismos platos...

Para salir del aburrimiento, tenemos que movernos y practicar la mejora continua. Tomemos, por ejemplo, el caso de una pareja. La relación puede crecer o decrecer. Cuando no hay discusiones, cuando todo siempre es igual y nunca se produce nada nuevo, aparece el aburrimiento tan temido.

La creatividad y la mejora son elementos naturales en los seres humanos, pues lo llevamos en nuestro ADN. Cuando no creamos, nos aburrimos.

Ahora, para lograr ser creativos, precisamos la rutina. Aunque suene extraño, la rutina es necesaria porque nos permite usar el cerebro para otras cosas. Por ejemplo, mientras una persona está bañándose (o cualquiera de las actividades que realizamos a diario), puede pensar en la manera de solucionar un problema en el trabajo, o en casa. Mientras ejecutamos una acción de rutina, podemos emplear la energía para otras cosas.

La rutina, que a veces tanto nos fastidia, nos brinda un espacio mental para usar la energía en el proceso creativo.
¿Qué actitudes nos aburren? Tanto si las llevamos a cabo nosotros o alguien más:

• Hablar largo y monótono.
• Ser repetitivo y obsesivo.
• Ser negativo.
• Ponernos en el lugar de víctima.

¿Qué sucede cuando estamos aburridos?

Por lo general, cometemos más errores y estamos más distraídos. El aburrimiento es una de las principales causas por las que muchos caen en las adicciones o comienzan a frecuentar compañías que no les hacen bien. En el fondo, necesitan experimentar una emoción fuerte que los sacuda y los haga sentir vivos.

Lo único que nos saca del aburrimiento es la curiosidad. No sirve distraernos con algo, o "darnos un gustito". Tarde o temprano, volveremos a estar aburridos porque, cuando eso se acaba, estamos exactamente igual que antes. Ser curiosos nos activa el deseo de saber, de conocer, de averiguar, de explorar. Entre los extremos de la curiosidad total y el temor total, hallamos un estado de equilibrio o un punto medio de curiosidad por lo nuevo que nos impulsa a ir por más.