Las panaderías locales perciben una crisis económica que los afecta directamente, dado que desde el año pasado sufren el aumento de insumos y de los servicios. Como consecuencia, en esta ciudad, el precio del kilo de pan aumentó y el consumo disminuyó a la mitad.
Juana María Duarte, del barrio Villa Hermosa, es propietaria de una panadería hace más de 30 años. Contó a La Mañana que no tuvo más alternativa que aumentar el precio del kilo de pan a $ 50 y que aún así la ganancia es poca.
Señaló que, además, en su barrio surgieron panaderías que trabajan sólo por las noches y que no estarían habilitadas, por lo cual ofrecen precios muy inferiores. Esto le redujo ventas de manera considerable.
Además, indicó el aumento de los insumos y de los servicios. Recordó que en diciembre la bolsa de 50 kilos de harina costaba $ 312 y este mes está $ 680. Así también, la garrafa de gas de 45 kilos pasó de $ 690 a $ 1.000. La luz, este mes y el anterior superó los 6 mil pesos. Como consecuencia, el pan que en diciembre vendía a $ 28, ahora lo comercializa a $ 50.
Para citar un ejemplo del margen de ganancia diaria que tiene, detalló que vendiendo a $ 30 el kilo, por la producción y venta de 50 kilos su ganancia es de 349,75 pesos. Una cantidad insuficiente para considerar rentable un negocio, aseguró.
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