La medida -que tiene carácter provisional- implica que a criterio del juez que investiga los hechos existe semiplena prueba que el imputado es autor del delito por el que fue denunciado y que lo mantiene detenido, ahora con prisión preventiva que, según anticiparon sus abogados defensores será recurrida a la Cámara de Apelaciones.

Mussano está acusado de haber agredido salvajemente a su pareja en julio de hace tres años, luego de lo cual se fugó de la provincia con rumbo desconocido y la causa judicial quedó paralizada.

Recién pudo reactivarse en abril de este año cuando el acusado se entregó voluntariamente en la Comisaría de Herradura tras haber permanecido prófugo casi tres años, a pesar de haber tenido pedido de captura nacional e internacional.

Tras su arresto, Mussano fue sometido a proceso y días atrás prestó declaración indagatoria ante el juez Spessot, dando su versión de los hechos ocurridos aquella noche en su casa.

Ejercido el derecho a defensa por parte del imputado, el juez Spessot se metió de lleno a resolver la situación procesal del mismo, echando mano a las pruebas que logró reunir hasta esta instancia de la investigación judicial.

El magistrado sopesó todos estos elementos y decidió procesar con prisión preventiva a Mussano por el delito de homicidio en grado de tentativa calificado por el vínculo. Si bien la medida aún no se encuentra firme y comenzarán a correr los plazos legales a partir de la notificación de las distintas partes del proceso, el acusado continuará detenido salvo que en el futuro surja una resolución en sentido contrario.

Por su parte, el abogado Javier Barrios, querellante en la causa y representante de la víctima, confirmó a La Mañana la medida dictada por el juez Rubén Spessot en orden al delito homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa.

Sin embargo, comentó que la semana pasada presentó al juez, juntamente con su colega Cintia Herrera, también querellante, un escrito solicitando el auto de procesamiento con prisión preventiva, requiriendo el cambio de calificación a la figura de femicidio en grado de tentativa.

Respecto a este punto, dijo que si bien aún el juez no resolvió este planteo, existe tiempo suficiente dentro del proceso para acercar pruebas y pedir este cambio de calificación, lo cual puede darse en cualquier momento de la investigación.

"Esto recién se inicia, nosotros todavía no tuvimos el tiempo material de tomar copia de todo el expediente, más los antecedentes que tiene Mussano, ya que esta causa tiene por cuerda otro expediente, donde el mismo acusado resultó imputado del delito de lesiones graves en contra de su hermana, que el año pasado prescribió, con lo cual esto también generaría un antecedente importante en cuanto a violencia de género", explicó el abogado.

En estas actuaciones se encuentra sobreseído por prescripción, no obstante lo cual Barrios consideró que todos los antecedentes que muestren una conexión respecto a que este hombre tenía siempre una idea preconcebida respecto de la mujer va a servir a la investigación, revelando en tal sentido que a través del Sistema Unico de Antecedentes Judiciales tomó conocimiento de que el imputado tiene alrededor de ocho causas, como mínimo, por lesiones leves y graves. "Es decir que estamos hablando de una persona violenta", sentenció.

Sin perjuicio del estado de estos expedientes, el abogado valoró el hecho de que las causas existen porque están en los registros oficiales, y adelantó que van a investigar todo, aportando las pruebas que consideren pertinentes para establecer la verdad real entorno a este caso.

El doctor Barrios opinó que la agresión de Mussano a su expareja está directamente vinculada a la condición de mujer de la víctima, lo cual encuentra asidero al analizarse la verdad histórica de los hechos. "No es lo mismo acabar con la vida a un padre, hijo, hermano, que matar o agredir a su pareja por el solo hecho de ser mujer y por una cuestión que tiene que ver con el predominio cultural machista, teniendo en cuenta esa concepción de cosificación de la mujer", enfatizó el abogado, quien insistió en que este hecho se generó por la condición de mujer de su cliente, revelando que existieron episodios de violencia previos al hecho principal que la tuvo como víctima.

"El móvil que generó el accionar delictivo de Mussano tiene que ver por la condición de mujer de la víctima al intentar repeler o actuar en venganza de una cuestión en la que ella no tuvo nada que ver, ya que el imputado encontró en el celular de ella un mensaje de texto de un hombre, el cual ella no respondió, lo que desató la violenta reacción del imputado, lo que torna a este hecho en un típico caso de violencia de género", insistió el profesional.

Respecto a lo sucedido aquella noche, Barrios dijo que el hecho no terminó trágicamente por una cuestión ajena a la víctima, ya que el imputado intentó terminar con la vida de ella mediante una acción mecánica de asfixia. "Le tapó boca y nariz y aprisionó su cuello, teniéndola totalmente dominada hasta desvanecerse, y cuando reaccionaba el imputado volvía a repetir el procedimiento, hasta que en un descuido ella escapó por los techos de la primera planta, se tiró hacia el nivel del suelo sufriendo lesiones en el cuerpo y ahí se mantuvo resguardada en un rincón mientras tanto el imputado caminaba por los techos buscándola. Fue un hecho terrible, dramático que hoy ella debe volver a revivir judicialmente", lamentó.

Contó que el hecho que Mussano se encuentre detenido la mantiene tranquila y estable emocionalmente, porque está segura que no va recibir ningún tipo de represalia, pese a lo cual continúa hasta la actualidad con un tratamiento psicológico y psiquiátrico, además de sesiones de kinesiología por las secuelas físicas padecidas.

El abogado reiteró que desde la Querella van a aportar todo lo que sea necesario para llegar al fondo de esta cuestión, sin olvidar lo difícil que es probar un intento de femicidio, en una tarea que va a requerir mucha apertura intelectual de parte de todos los agentes y actores de la Justicia. "Probar el femicidio no tiene que estar en cabeza de la víctima, sino que es el victimario quien tiene que decir que tuvo otra intención, y de lo que resulta a la declaración del propio imputado es que el hecho está directamente vinculado a la condición de mujer de la víctima, ya que ambos son contestes en su declaración de que el disparador de la agresión fue el mensaje de texto que él encontró en el teléfono celular", reiteró. 

Por otra parte, cuestionó la falta de controles y de persecución por parte del Estado, tanto provincial como nacional, ya que el acusado estuvo prófugo casi tres años y pasado este tiempo decidió voluntariamente entregarse en una Comisaría de una apacible localidad como es Herradura. "Me parece que algo está mal en todo esto", reflexionó.

Según su opinión, la decisión de allanarse a la Justicia por parte del imputado tiene que ver con la escala penal del delito por el que era buscado. "Es mucho más fácil o económico presentarse y cumplir una pena que estar prófugo toda la vida, es una cuestión de aritmética", opinó Barrios, quien lamentó que los años que estuvo prófugo actuaron en desmedro de la investigación y, principalmente, de la víctima, condicionando el proceso judicial.