Treinta y seis millones de colombianos están llamados a las urnas desde las 8 de la mañana (10 en Argentina) para elegir presidente entre dos candidatos situados en las Antípodas políticas: el senador derechista Iván Duque y el izquierdista Gustavo Petro. Nunca antes los colombianos tuvieron la oportunidad de hacerlo en paz, sin la amenaza de la guerrilla, y con la posibilidad de elegir a un político, exguerrillero del M-19, duro opositor al establishment político.
"La democracia colombiana está funcionando, está fortaleciéndose. Y una forma de fortalecerse es acudiendo a las urnas. Nuestra democracia es más inclusiva, los dos candidatos vienen de vertientes bastante opuestas. Dos candidatos que pertenecieron a la oposición, que nunca tuvieron problemas con el gobierno y recibieron todas las garantías", clamó Juan Manuel Santos en un mensaje dirigido para dentro de su país pero también para la vecina Venezuela. El Premio Nobel de la Paz cuenta los días para entregar la presidencia a quien salga elegido en el ballotage de hoy.
Dos candidatos tan alejados ideológicamente que ni siquiera se conoce por cuál de ellos apostará el presidente centrista, o incluso si acabará haciéndolo por el voto en blanco, que tiene como principales defensores a Sergio Fajardo, tercero en la primera vuelta a menos de 300.000 papeletas de Petro, y al candidato liberal Humberto de la Calle.
Iván Duque parte como gran favorito gracias a la ventaja acumulada en esa primera vuelta (14,05%), que se ha mantenido durante las tres semanas transcurridas según todas las encuestas. Los grandes partidos del país se sumaron a su candidatura, incluso dibujando nuevas alianzas en el Congreso en torno al Centro Democrático de Álvaro Uribe.
Duque y Petro son los candidatos para suceder a Juan Manuel Santos
Los colombianos decidirán hoy si castigarán a Duque por los escándalos y las denuncias que acompañan a su padrino político o si su perfil moderado logra mitigarlas finalmente. La historia electoral en el continente también deja claro que en de 3 de cada 4 ocasiones, el ganador de la primera vuelta repite en la segunda.
Gustavo Petro, candidato de Colombia Humana, obtuvo el apoyo de parte de los dirigentes que fueron con Fajardo a la primera vuelta, incluso el de Antanas Mockus, el político más querido del país. Sin embargo, no ha conseguido aminorar la desconfianza que genera en más de la mitad de la población, convirtiéndole en el candidato del miedo, pese a que en las últimas horas aliados como Antonio Navarro Wolff aseguran, recurriendo a "amigos de casas encuestadoras", que "Petro está en plena remontada, como la de Fajardo en la semana final de la primera vuelta".
Miedo para los que temen las ideas radicales del izquierdista, viejo aliado del chavismo, del que ahora dice renegar, y miedo que genera en su rival: Duque ha rehuido hasta el último minuto el debate cara a cara entre los dos candidatos, que reclamaba buena parte de la sociedad. Mientras Petro esperaba ayer en un plató de televisión, el candidato derechista visitaba a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, "a pedirle que nos dé sabiduría".
Sabiduría que no demostró en las últimas horas el exalcalde de Bogotá, quien con un trino, como llaman en Colombia a los tuits, sembró el desconcierto entre sus aliados. "Mañana Colombia puede escoger si prefiere un traqueto (narco) como rey en la sociedad de cada municipio o el profesor y la profesora, el médico o la médica", escribió Petro.
La respuesta llegó desde sus propias filas. "Este no es el tipo de mensajes que necesita una sociedad ávida de un liderazgo constructivo, inspirado en la esperanza, la historia y la reconciliación. Vamos Gustavo, más serenidad y menos agresividad", subrayó Claudia López, líder de Los Verdes y compañera de fórmula presidencial en la candidatura de Fajardo.
"Yo voto en blanco", sentenció el propio Fajardo minutos más tarde.