Las vacaciones de invierno pusieron en alerta el bolsillo de los padres. Una salida familiar al cine, con pochoclos y comida rápida después de la función puede costar, en promedio, $ 3000.
En el caso de una familia tipo, integrada por los padres y dos hijos, ir a disfrutar de una película comienza con un desembolso de $ 1120 por cuatro entradas para una función 3D (una de las más pedidas por los chicos), según el relevamiento hecho por la consultora Focus Market.
El cine siempre cuenta con su famoso kiosco de golosinas y gaseosas, una parada obligada -si el bolsillo lo permite- para tener algo para comer durante la película. Solo un balde de pochoclo, con cuatro bebidas y algunos caramelos ronda los $ 374 (y puede disfrutarlo toda la familia). Hasta ahí, sin siquiera haber entrado a la sala, ya se gastaron $ 1494.
Tras la salida, llega el momento de ir a almorzar. Una cadena de comidas rápidas cobra, en promedio, $ 920 por cuatro combos estándar (sin agrandar ni la bebida ni las papas). Si los chicos quisieran el menú que trae un juguete, los padres tendrían que desembolsar $ 230. Hasta este momento, la salida ya cuesta $ 2414.
Lo que sigue será ir a buscar el auto en el estacionamiento, donde el valor de una estadía está en $ 300. De vuelta en la casa, solo restará hacer la cuenta: la salida costó $ 2944.
El teatro, la otra opción
El cine y la comida rápida no son las únicas posibilidades a la hora de salir con los chicos, menos en una ciudad como Buenos Aires, con más de 230 salas.
Por ejemplo, la oferta teatral tiene entradas desde los $ 200, con obras como Doña Disparate y Bambuco, con Georgina Barbarrosa. Y otras como Hansel y Gretel, que van desde los $ 250 hasta los $ 400.
Mientras tanto, existe otro circuito más costoso. Se trata de las funciones en los teatros de la calle Corrientes y que se presentan como los "tanques" de las vacaciones de invierno.