Siempre que una sociedad se mueve hacia un objetivo, lo consigue. A la larga o a la corta, con más o menos recursos, pero lo consigue.
Con las mujeres y su búsqueda de conquista y ampliación de derechos, sucede lo mismo. Sin embargo, hay un condimento diferente: "Si tocan a una, nos tocan a todas", dice una frase plasmada en remeras, redes sociales y banderas. Y la realidad así lo demuestra: cuando la violencia de género, en sus diferentes formas, se ejerce y pareciera no parar se arma una red de mujeres sororas que abrazan y luchan desde sus lugares, para alcanzar la ansiada justicia.
En Formosa, un caso que sigue en la agenda pública es el de Eugenio "Yaca" Mussano, quien en 2015 agredió a su expareja y se fugó. Tres años después decidió volver y hoy está en libertad. Mientras tanto, su víctima está expuesta a un extremo peligro.
Ante este marco oscuro, se inició en la reconocida plataforma Change.org una petición, para que la Justicia formoseña "lo condene a cumplir una pena ejemplificadora en la cárcel por intento de femicidio".
Según informaron fuentes cercanas a la causa, ya salieron las primeras medidas de pruebas desde la fiscalía. Fueron solicitadas pericias psiquiátricas y psicológicas para Mussano y su víctima. Además, se pidió conocer si el agresor tiene antecedentes en Paraguay.
Sin embargo, de todas las decisiones que se tomaron, hay una que muestra una vez más la falta de perspectiva de género en las decisiones judiciales: el juez de la causa no dio lugar a la medida cautelar de acercamiento, solicitada por la fiscal, porque "no existen amenazas ni hostigamiento".
La ausencia de perspectiva de género acarrea consecuencias graves: agresores libres y víctimas con miedo, refugiadas en sus casas. No olvidar esto, es el primer eslabón de la cadena de evolución.
Por lo que sucedió hace tres años, por las heridas que quedan y por la necesidad de que la Justicia tenga una mirada empática hacia las mujeres víctimas de violencia, en este caso y todos los que existen y existirán, es necesario utilizar todos los recursos disponibles para luchar.
Las calles, las casas y los espacios virtuales, siempre servirán para contribuir a esa lucha.