En agosto, en México, una noticia sobre robos de niños que se difundió por WhatsApp y Facebook, se convirtió en una pesadilla. Era falsa. En la Argentina, en el último año, miles de ejemplos como éste circularon, algunos más, algunos menos: noticias que ponían en duda el título de grado de una referente política o la profesión de un docente; fotos que circulaban por redes simulando una manifestación, y en realidad eran de otro año, de otra movilización. Que luego la reprodujeron ciertos medios, errónea o intencionalmente.
En Formosa, hace poco, se difundió un rumor sobre el fallecimiento del padre Gurrieri. Las despedidas se multiplicaron en las redes, casi tanto como los llantos. Era mentira. Gurrieri sigue tan activo como siempre. Noticias como éstas, falsas, circulan todo el tiempo, en Formosa, en el país, en el mundo; y la mayoría nace de una cadena de WhatsApp o de un hilo de Twitter de un simple ciudadano, y van tomando fuerza en cada retwitt.
La inmediatez y la multiplicidad de canales de comunicación, sumado a la posibilidad que las plataformas digitales permiten, en tanto que promueven el periodismo ciudadano -hoy cada usuario es comunicador amateur entre sus seguidores- tienen un factor positivo y, a la vez, contraproducente: muchas de las cosas que se dicen, son falsas.
Este es un fenómeno que alcanza límites antes impensados, y cada vez son más las agencias e instituciones de noticias que se unen en la lucha con las llamadas "fake news" (noticias falsas). La falsedad es la característica por la cual, las noticias se difunden significativamente más lejos, más rápido y más ampliamente, en todas las categorías de información. Investigaciones en torno al tema lo comprueban e incluso indican que los efectos -hasta ahora- fueron más pronunciados para noticias políticas falsas, que para noticias falsas sobre terrorismo, desastres naturales, ciencia, leyendas urbanas o información financiera.
Así, y sobre todo en tiempos de inestabilidad social, política y/o económica, las noticias falsas, más que una anécdota divertida, una preocupación o una alerta pasajera, pueden tener efectos lamentables. Aquí, la particularidad de un caso.
DESINFORMACION: Una noticia falsa que generó tensión social en un contexto de crisis económica
El miércoles 19 de diciembre de 2001, en el contexto de la crisis del gobierno de Fernando De la Rúa, una conocida emisora de FM de nuestra ciudad anunció una supuesta convocatoria para las 20 horas de ese día con el fin de entregar bolsas con alimentos a personas que los necesitaran en un local de la cadena de supermercados Cáceres ubicado sobre la avenida Cánepa, en el barrio Simón Bolívar de nuestra ciudad.
La información fue desmentida ante otros medios por la empresa comercial, pero entre 400 y 500 personas se concentraron esa noche frente al autoservicio de la Jurisdicción Cinco para solicitar las mercaderías, generando una tensión social inusitada, que se mantuvo durante dos horas y que logró ser contenida por policías de la Guardia de Infantería. A su vez, el propietario de la cadena de autoservicios llegó a un acuerdo con los manifestantes para que desistieran en su reclamo.
Este suceso fue informado por La Mañana en su edición del día siguiente y terminó siendo un hecho aislado, pero representa una muestra de las consecuencias que pueden provocar las "Fake news", noticias que se difunden por medios tradicionales o redes sociales sin haber sido chequeadas con las fuentes informativas.
Al ser consultado sobre este acontecimiento, el empresario supermercadista Ricardo "Pilo" Cáceres comentó a este diario: "Ese hecho se dio en un momento difícil de la Argentina, donde estábamos todos preocupados".
"Ese día, una radio dijo que nosotros íbamos a entregar bolsas de mercadería. Por eso, 'casi todo' el Circuito Cinco se reunió frente al supermercado. Afortunadamente, no se produjeron incidentes graves. La gente principalmente se acercó a esperar que les dieran las bolsas. Hubo un convenio con las personas que se acercaron, y se evitó un saqueo en ese local", explicó el empresario a este diario.
En aquella ocasión, Cáceres radicó una denuncia penal porque la emisora responsable de difundir la noticia falsa le había negado la posibilidad de salir al aire para desmentir la información, pero esa presentación no tuvo efectos judiciales. Después de ese suceso, la cadena de supermercados no volvió a tener ningún otro conflicto similar.
En otro orden, el referente empresarial señaló que los escenarios de crisis económica y social son propicios para que existan algunas personas que difundan informaciones falsas con el fin de crear conflictividad, y que luego esas "Fake news", comunicadas por distintas plataformas, provoquen efectos negativos en la población.
¿Cómo reconocer las fake news?
Laura Zommer, directora ejecutiva del portal informativo Chequeado.com, detalló a un medio nacional algunas recomendaciones para poder detectar noticias falsas en las redes sociales.
• Desconfiar de los títulos grandes, agresivos y en mayúsculas, especialmente si surgen de sitios Web desconocidos. También, tener en cuenta que las fake news se alimentan de los propios sesgos del usuario, que a veces termina compartiendo en redes sociales noticias que quiere que sean ciertas.
• En el caso de noticias de portales de Internet, revisar la sección "acerca de" o "about" que tienen casi todos los sitios y en donde se explica cuál es el objetivo de la página y quiénes son los autores.
• Observar con atención los links. Las noticias falsas incluyen citas de informes, estudios y artículos de sitios más prestigiosos, con el objetivo de dar legitimidad a la nota. En el caso de las fake news, los enlaces pueden no dirigir a ningún sitio en funcionamiento.
• Si se tiene duda acerca de la veracidad de una noticia, no hay que compartirla. Según el Instituto Tecnológico de Massachusetts, las noticias falsas son compartidas un 70% más que las informaciones ciertas.